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Astrónomo de la UCN lideró hallazgo de estrellas gigantes rojas

Los objetos presentan características químicas que no son usuales en sus demás compañeras de nuestra galaxia.
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Ricardo Muñoz E/Redacción

Al mirar al cielo nocturno lo que vemos es sólo una muy ínfima parte de todas las estrellas que habitan en nuestra galaxia, la Vía Láctea, en la cual se estima que el número está entre las 200 y las 400 mil millones.

Es por eso que constantemente se descubren secretos ocultos en nuevas estrellas o grupos de estos astros, que se conocen como cúmulos estelares. Y ahora, un equipo de astrofísicos y que estuvo liderado por el astrónomo de la Universidad Católica del Norte, el doctor José Fernández-Trincado, logró identificar una población de estrellas gigantes rojas con anomalías químicas en nuestra Vía Láctea.

En astronomía cuando una estrella con una masa similar o menor a la de nuestro Sol ya está entrando al final de su vida, es decir después de miles de millones de años, su hidrógeno comenzará a agotarse (para generar luz deben fusionar el hidrógeno con el helio). Cuando ésta haya agotado todo el hidrógeno, entonces el astro comenzará a consumir helio, causando reacciones químicas que ocasionarán su expansión.

Esto también provoca una baja de temperatura en la estrella a medida que se va expandiendo, llegando a aproximadamente a los 2.500 grados C y tornándose de rojo, por lo que recibe el nombre de Gigante Roja, algo que le ocurrirá a nuestro Sol dentro de cinco mil millones de años. A diferencia del concepto popular, en astronomía cuando estos astros son más calientes se ven de tonos azules y por el contrario, rojizos cuando son fríos.

Así, la investigación identificó 42 estrellas de este dispersas en el disco, halo y bulbo de nuestra galaxia con patrones químicos totalmente diferentes al resto del campo estelar.

Esta nueva familia de gigantes rojas posee propiedades atmosféricas muy idénticas a las estrellas comunes de la Vía Láctea en cuanto a las temperaturas superficiales, gravedad superficial y contenido de hierro. Sin embargo, la investigación reveló que muestran atmósferas muy enriquecidas en nitrógeno y aluminio, cuyos niveles altos no están presentes en las gigantes rojas típicas de la galaxia.

El astrónomo José Fernández-Trincado explica que sus características indican que estas estrellas no nacieron con el disco galáctico, sino que se originaron en otros ambientes similares a las formadas en conglomerados estelares.

"Lo que encontramos básicamente fue una aguja en un pajar. Estas estrellas nos dan indicio de que -en el pasado temprano de la formación de la galaxia- hubo eventos violentos que destruyeron cúmulos globulares y donde estas estrellas fueron desprendidas, fueron escombros o los primeros bloques de esa destrucción. Hemos encontrado los rastros de que la galaxia temprana o primordial era una "caníbal"; se alimentaba del material estelar de esos otros sistemas en que estaban ligados gravitacionalmente", describe el astrónomo.

Estas nuevas observaciones en el infrarrojo cercano (una longitud de onda que permite observar objetos invisibles para el ojo humano) lograron penetrar las densas columnas de gas y polvo interestelar para capturar en gran detalle las atmósferas de las gigantes rojas.

Los investigadores analizaron los datos del espectrógrafo avanzado del Apache Point Observatory Galactic Evolution Experiment (APOGEE-2), un mapeo del cielo que complementa los datos del Sloan Foundation Telescope en el Observatorio Apache Point (Estados Unidos) y del telescopio Irénée du Pont en el Observatorio Las Campanas (Chile); creando una vista de toda la Vía Láctea gracias a la combinación de ambos hemisferios del planeta.

"Estas estrellas son potenciales candidatos de ser los restos de antiguos cúmulos globulares difuntos en el régimen de alta metalicidad (niveles de metalicidad típico de todas las estrellas que forman el disco de la galaxia), las que fueron completamente destruidas por la Vía Láctea -cuando esta era aún joven- hace aproximadamente 10 mil millones de años", destaca Fernández-Trincado.

Las características estelares obtenidas en esta investigación, en la que además participó el astrónomo, doctor Christian Moni Bidin de la UCN, entregan las pistas para formular los escenarios del ensamblaje inicial de nuestra galaxia Vía Láctea.

42 estrellas gigantes rojas de características inusuales a las de nuestra galaxia, descubrió el equipo.