Iris González Gamboa

Con sombrero, tacos y un impecable traje color damasco llegó ayer a votar Yuva Olivares Bravo, vecina antofagastina que a sus 96 años no pierde las ganas de ser parte de los procesos eleccionarios del país.

"Hoy es un día especial, un día importante para todos", dijo al repasar el paso a paso de su preparación antes de dirigirse al Liceo A-17 Marta Narea Díaz de la capital regional.

Hasta allí la llevó el menor de sus cinco hijos, Roberto Miranda, a quien Carabineros le abrió paso para que pudiera estacionar justo al frente del acceso al recinto. Los uniformados la asistieron y condujeron hasta el ingreso, atenciones que se extendieron también al interior. del local

"Son muy amables las chiquillas", aseguró Yuva, a quien las vocales le llevaron una mesa hasta la silla donde se sentó, para hacer de su votación un trámite más amable y expedito.

"Yo no me pierdo ninguna votación, llego aunque sea gateando (...) Antes llegaba sola, ahora no, me tienen que ayudar. La otra vez me bajaron la mesa de un segundo piso para votar", recordó riendo.

Sus carcajadas eran la mejor muestra de lo mucho que la pobladora disfruta al participar en las elecciones.

Junto a su hijo, dijeron que a la 7 de la mañana en punto ya estaba en pie para desayunar. "Dejo lista la ropa que me voy a poner...hasta los aritos. Todo. ¡Supiera el tiempo que tiene esta ropa!", indicó.

Con "torpedo"

"Qué grande era el voto", dijo sorprendida respecto a la papeleta para elegir a a los consejeros regionales.

Pese a ello y aunque la vista ya no la acompaña como antes, con ayuda marcó bien todas sus preferencias en los cuatro votos.

Según Roberto, su madre se prepara bien y para no confundirse al momento de sufragar siempre opta por hacerse un "torpedo" o ayuda memoria, lo que le simplifica el procedimiento.

Ya a la salida, de regreso a su hogar, se despidió diciendo convencida: "Hay que votar para tener derecho a opinar".

96 años tiene la hermosa y dulce Yuva Olivares, quien ayer nuevamente demostró su compromiso cívico.

7 de la mañana se levantó ayer la vecina, para cumplir nuevamente con su deber como ciudadana.

La Escuela E-87 "Las Rocas" de Antofagasta, que concentra a los votantes de mayor edad de la capital regional, ayer nuevamente fue escenario de numerosas muestras de compromiso.

Ejemplo de ello es Lorenzo Cortés Olguín, de 75 años, quien antes de las 10 de la mañana ya regresaba a su casa tras emitir su sufragio. "Me gusta votar temprano. Por mi edad no corro riesgo que me dejen de vocal, pero yo cumplo con todos mis deberes, porque tengo derecho a reclamar", indicó

El poblador agregó que el fue proceso rápido y que pese a usar una muleta no tuvo problemas para desplazarse por el recinto.

La delegada electoral de éste, Claudia Cortés, aseguró que allí funcionan desde la mesa 1v hasta la 21v- la 11 está caducada - y que a las 9 ya estaban todas constituidas.

A las 7.30 horas ya estaba la mitad de los vocales en el plantel, por lo que su cumplimiento hizo que no fuera necesario dejar algún vocal designado, indicó.

La primera mesa se constituyó a la 8, en lo que fue un proceso rápido, correcto y expedito.

Un temblor marcó ayer el inicio de la jornada eleccionaria en la Región de Antofagasta.

Eran las 8:51 horas y muchos votantes ya estaban en sus respectivos locales y otros tantos preparándose para salir a votar, cuando un inesperado movimiento telúrico los alertó.

Según el sitio web de la Oficina Nacional de Emergencia(Onemi), se trató de un sismo de menor intensidad, que en la escala de Mercalli marcó IV en la capital regional y que de acuerdo al Centro Sismológico Nacional tuvo una magnitud de 4.7, siendo localizado 33 kilómetros al sur de Antofagasta.

"No se reportan daños a personas, alteración a servicios básicos o infraestructura producto de este sismo.

SHOA indica que las características del sismo NO reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile", añadió la información del organismo.

Muchos fueron los votantes que ayer concurrieron hasta los distintos locales de votación con sus "perrihijos".

Al igual que los niños, los canes fueron unos de los que más sintieron las largas esperas para ingresar a los recintos y que sus "papis" pudieran al fin emitir sus sufragios.

La mayoría llegó feliz por el que- suponían - era un paseo más junto a sus amos. Sin embargo, transcurridos unos minutos comenzaron a inquietarse , incluso, a tener "encontrones" con otros perros.

Y es que algunas filas, además de largas, eran de muy lento avance, lo que se convertía en algo doblemente ingrato para ellos debido a que el sol no perdonó y pegó fuerte durante toda la jornada eleccionaria en la capital regional.