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Buscan mejorar atención de salud a pacientes transgénero

En el Hospital Regional se analizaron los desafíos para entregar un mejor acceso a la salud pública a personas trans, las que muchas veces no siguen tratamientos por temor a la discriminaciónn.
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Ricardo Muñoz Espinoza

"El promedio de la esperanza de vida de las personas transgénero en el mundo y Chile es de 35 años". Así lo afirmó Susana Quiroz, psicóloga del policlínico transgénero del Hospital Regional de Antofagasta (HRA).

La especialista fue parte de la Primera Jornada de Vinculación para Profesionales de la Atención Primaria de Salud Mental y Unidad de Incongruencia de Género del HRA, que se realizó en el recinto clínico.

La actividad buscó crear instancias para facilitar el acceso a una atención digna y de calidad a la salud pública para personas trans, las que muchas veces no continúan sus tratamientos por temor a discriminación y prejuicios debido a su condición.

En ese sentido Quiroz afirma que esa baja expectativa de vida de los pacientes trans se debe a los suicidios. "Su familia de origen los discrimina y son expulsados de sus casas en promedio entre los 12-15 años, entonces hay varios factores que acceden a que su promedio de vida sea de 35 años", comenta.

"Las personas transgénero han vivido en pandemia porque siempre estuvieron aisladas. Nosotros los cisgénero (personas que se identifica con el género con el que nació) siempre tuvimos acceso a todo, unos más unos menos, pero las personas transgénero no, por lo tanto su salud mental siempre se fue dañada. Ser transgénero no es una patología, es una identidad pero sí obedece a que lo más probable es que adquieran una patología por el maltrato, por la discriminación", dijo la psicóloga del HRA.

Desde su especialidad, Susana afirmó que en el HRA se trabaja a través del acompañamiento que se le hace a las personas trans "en un proceso psíquico en que sean incorporados a su cuerpo sentido y es un trabajo fino, porque no necesariamente las personas van a acceder a cirugía, sino que a aceptarse tal cual son, y en un algunos casos hay quienes que dicen que no quieren más hormonización, que 'yo soy feliz así, sin hormonizarme, sin operararme'. La ayuda que se les da es que las personas se sientan con identidad transgénero , valeroros, identificados, integrados".

El jefe de la Unidad de Salud Transgénero del HRA, el doctor Antonio Zapata, comentó que lo que se busca es generar políticas para que la atención de salud a las personas trans sea oportunda, digna y empática, dado que en general en el país esta población "ha sido segregada de las políticas de salud".

Con 250 pacientes atendidos por un equipo de profesionales compuesto por un médico, matrona, asistente social, además de especialistas quirúrgicos, esta unidad que está funcionando de 2016 corresponde a una de las Zona Norte.

"Es importante que se genere unidad en las distintas regiones, tanto en Santiago como en provincias, de unidades de hospitales de apoyo al proceso de hormonación y tratamiento quirúrigo en su proceso de reafirmación de género, junto con un apoyo en salud mental", señaló el especialista.

La matrona de la Unidad de Incongruencia de Género, Cristina Muena, indicó que entre los principales desafíos para entregar un acceso oportuno a las personas trans a la atención de salud, se encuentran el mostrar el acceso a esa salud.

"(Debemos) mostrar como profesionales de la atención pública que es posible el acceso, que es una prestación que se puede entregar en nuestro hospital y en cualquier lugar con profesionales que puedan tener algún tipo de preparación para usuarios trans, sobre todo respetando siempre el nombre social y también aprender a escucharlos", explicó Muena, añadiendo que como personal médico también se están generando instancias para mejorar el trato a estos pacientes.

"Como cisgénero vas a pedir una atención de salud, te la van a entregar y nadie te va a cuestionar. En cambio una persona trans es cuestionada, primero porque no respetamos su nombre social y segundo porque minorizamos la necesidad que esa persona tiene", agregó.

La profesional añadió que debido a ello, los pacientes trans se caracterizan por tener malos hábitos alimentarios que las llevan a tener diversas enfermedades y el foco se centra en el tratamiento hormonal.

"Muchos de estos usuarios han tenido acceso a tra tamientos hormonales, pero en forma automedicada u obteniendo medicamentos en el mercado negro", dijo.

"Una persona trans es cuestionada, primero porque no respetamos su nombre social y segundo porque minimizamos la necesidad que tiene"

Cristina Muena, matrona de la Unidad de Incongruencia de Género del HRA.