Andre Pierre Malebrán Tapia

Camino con mi amigo Alan a mi picada de cannabis. Se llama Tokyo Smoke y en términos de precio calidad, además de cercanía, es la que se lleva hoy por hoy todo mi corazón. La primera vez que fui ahí me regalaron un jockey, llaveritos, y cosas así que si bien me dejaron una buena impresión de entrada ni se comparan con el cariño que terminé recibiendo después de esos jóvenes gringos.

Quizás debiese comentar que la tienda se encuentra en el barrio de North York en Toronto, Canadá, así que no hace falta denuncia. Bueno, lo que me más me atrajo del Tokyo Smoke es que queda a pocas cuadras de mi casa, ideal para ir picando el pancito en el camino de regreso.

Creo que algo así como a las 4:20 de la tarde llegamos y saludamos a la muchacha que atiende. Es igual a una actriz de pelo corto que sale en la última de Matrix. Lo comentamos con el Alan mientras nos sacamos los guantes y las chaquetas para la nieve. La joven se acerca y ofrece ayuda.

-¡Hola Chicos! Cualquier cosa estoy acá. Si andan buscando algo en especial me dicen porque tenemos ofertas interesantes. ¿Alguno de ustedes es socio?

-Sí, me llegó el aviso de un 40% de descuento hoy.

-¡Genial! Dame tu número de teléfono…

Doy mi número sonriendo bajo mi mascarilla a la veinteañera filipina que me atiende. Minutos más tarde me comentaría esos datos, también me comenta su nombre: Lee Siega. Me quedo meditando unos segundos en su apellido. Al principio, en mis primeras visitas al local, pensaba en lo raro que te pidan el número de teléfono y no el típico "deme su RUT", pero con el tiempo vi que es la forma de registro más común por estos lares.

Luego de chequear en el sistema, se acerca para asesorarnos.

Reglas claras...

En varios otros locales de este tipo -llamados deliverables-, piden identificación antes de ingresar, por eso es normal ver a gente haciendo fila en locales del centro. En otros lugares del mundo la costumbre es similar. En Amsterdan (Países Bajos), otra gran capital del consumo cannábico, por ejemplo, también es posible comprar, aunque su consumo no está libremente permitido a los

"los comestibles están limitados a 10 ml. por el gobierno canadiense. Todo acá está regulado, y hemos logrado mucho progreso en los últimos años"

Lee Siega,, vendedora en Tokyo Smoke.