amsterdameses, sino más bien prohibido si no se realiza en locales llamados coffeshops.

Tras confirmarme con otra sonrisa que el descuento era real, Lee me pregunta qué ando buscando. Por lo general, lo que hago es pedir de lo que acá llaman Sección Flores, 3.5 gramos de dominante-índica, 3,5 de dominante-sativa y 3.5 de híbrida; o sea, del tipo de yerba que propone una experiencia más placentera y sedante, otra del tipo que propone algo más energizante y mentalmente estimulante, y una que matiza los efectos ya asociados y que generalmente se usa para diferentes tipos de tratamientos.

Hay todo tipo de artefactos para el consumo, de materiales, colores y tamaños variados. Algunos bien caritos. No alcanzo a hacer la conversión de dólares canadienses a pesos chilenos de todo, pero para el bolsillo de un reportero humilde la mayoría de las cosas no da para comprarlas sin darle una vueltita. En resumen: vaporizadores, bongs, moledores de yerba, pipas, papeles, baterías, kits, libros, aromatizantes, poleras y un largo etcétera. Varios de los juguetes superan los 500 mil pesos.

Lee nos pasea como Willy Wonka por su boliche que más parece tienda de Apple que fábrica de chocolate. Eso porque en sus estantes y mesones en vez de celulares y computadores con la manzanita, te encuentras con cogollos, cremas, aceites, chicles, pre-rolados, extractos, bebestibles, tópicos, vaporizables y comibles. Todo perfectamente etiquetado con información del productor y los efectos esperados.

-Nosotros somos de Chile. Allá se está discutiendo el tema de la venta de marihuana. Algunos creen que se va a poner más peligrosa la cosa, ¿qué cree usted?

-Así es mucho más seguro. Cuando la gente compra en mercados negros no sabe lo que obtiene. No viene sellado ni tienes idea del contenido del producto que obtienes. Pero con las dispensaries por ejemplo puedes hablar conmigo si tienes preguntas, no así en el mercado ilícito. Por mi experiencia la gente se siente más segura cuando se puede comprar tranquilamente.

-Lo bueno es que se puede pagar con tarjeta... Acá debe venir harto curioso de otro lado como nosotros.

-Sí. Es genial poder ver la reacción de personas que son de otros países que ven cannabis por todos lados y que es legal [el comercio]… Esta es una droga que altera tu estado mental así que asusta a muchas personas, pero la mayoría de las personas con las que interactúo están emocionados de la variedad de productos. Solo que acá, por ejemplo, los comestibles están limitados a 10 ml. por el gobierno canadiense. Todo acá está regulado, y hemos logrado mucho progreso en los últimos años. Algunos quieren consumirla por razones medicinales y otros quieren por recreacionales y está bien.

-Oiga -le comento-, yo creo que su trabajo es muy bonito. Se nota que lo pasa bien.

-El ambiente laboral es increíble y muy abierto. Yo creo que encajo bien porque me gusta hablar con personas, y es la razón por la que puedo conocer de gente como ustedes que vienen desde Chile. Así que lo que me gusta de esta industria es que une a quienes tienen este interés en común.

Tras revisar algunos de sus productos me quedo con dos frascos de 3.5 gramos y uno de 7. Todo es para vapear, pero aprovechando que ando haciendo un reportaje quiero comprar un pre-roleado, o sea uno armado, para tomarme una foto de la categoría "así-como-que-no-me-doy-cuenta".

-Ya, ayúdeme con la compra. Tengo que llegar a hacer cosas a la casa, así que algo que no me deje muy relajado.

-Bueno, si quieres llevarte uno listo te recomiendo este que va entre un 17 y 19 porciento de THC, es un poco más elevado, así que es bueno si tu tolerancia es grande- me dice Lee mientras sostiene dos cajas verdes entre sus manos-. También tengo este otro que se llama Blue Dream (Sueño Azul), y este es de 20 porciento de THC.

Me decido por el último. Cuesta 13 dólares, unos 8.200 pesos chilenos. Vamos a la caja y el descuento hace que todo sea mucho más barato. Le pido que se quede con el recibo por razones de reciclaje, y me empiezo a poner la chaqueta y guantes para la nieve. Afuera está heladito pero ya tengo un pancito para ir picando a la vuelta.

-Gracias Lee. ¡Te veo en unas semanas más!

-Gracias a ustedes… ¡Disfruten!

"Cuando la gente compra en mercados negros no sabe lo que obtiene. No viene sellado ni tienes idea del contenido del producto que obtienes.

Lee Siega,, vendedora en Tokyo Smoke.