Reino Unido restringe toda transacción económica a Chelsea
El club, que tiene como dueño al ruso Roman Abramovich, tiene prohibido desde la venta de entradas al traspaso de jugadores.
Mauricio Riquelme C. - La Estrella
Chelsea Football Club, una entidad que en las últimas dos décadas se ha posicionado entre los equipos más poderosos del mundo, ahora atraviesa una profunda crisis a raíz de las sanciones impuestas en Reino Unido en contra del magnate ruso Roman Abramovich, propietario de la institución.
Abramovich desembarcó en Londres en 2003 y desde entonces ha puesto su fortuna al servicio de Chelsea que se benefició notablemente de estas inyecciones de dinero para alcanzar prestigio a escala global. Pero la invasión de Rusia a Ucrania se transformó en el alfiler que hizo explotar la burbuja: el gobierno británico decidió castigar a los multimillonarios rusos cercanos a Vladimir Putin y en Stamford Bridge estalló la crisis. La venta del club ha quedado suspendida.
Además, al quedar congelados los activos de Abramovich, esto afecta directamente al día a día del último campeón de la UEFA Champions League, que actualmente marcha tercero en la liga inglesa, donde seguirá participando bajo una licencia especial emitida desde el ministerio de Deportes de Gran Bretaña.
Los días de partidos van a ser muy diferentes para los "Blues". A partir del bloqueo, la institución londinense quedó inhabilitada para vender entradas para partidos de local y visitante. En Stamford Bridge solamente podrán estar aquellos fanáticos que tengan un abono adquirido previamente. El elenco londinense tienen alrededor de 28.000 abonados para la temporada, pero la capacidad de su estadio es de poco más de 40.000.
En ese sentido, la venta de comida y la bebida dentro del estadio del Chelsea sería la única fuente de ingresos en el futuro inmediato del club.
En los partidos que sean de visitante, los hinchas del Chelsea tendrán que conformarse con verlos a través de la TV porque tampoco podrán acceder a los estadios rivales al no poder comprar boletos. Al menos que el club decida dar sus tickets de forma gratuita.
Con respecto a los jugadores, también existen algunas restricciones que ponen en jaque el futuro de la plantilla que dirige Thomas Tuchel. El castigo impuesto le impide a su club poder realizar nuevas transferencia y otorgar nuevos contratos. El mercado de fichajes está cerrado pero, si la sanción se sostiene, no podrán comprar nuevos refuerzos.
28 mil abonados tiene el Chelsea (local), pero su estadio tiene capacidad para 40 mil hinchas.