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Allegra Gucci rompe su silencio a 27 años del asesinato de su padre

La heredera de la lujosa casa de moda publicó un libro para contar su versión de la tragedia que inspiró "La casa de Gucci".
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EFE/Carolina Collins.

"El asesinato de mi padre y el encarcelamiento de mi madre fueron un tsunami para mí", dijo Allegra Gucci en una entrevista con Vanity Fair. La hija de Maurizio Gucci, asesinado en 1995 por un sicario por encargo de su madre, Patrizia Reggiani, decidió romper el silencio 27 años después de ese crimen.

Hoy saldrá a la luz el libro "Fine dei giochi" (Se acabaron los juegos), que escribió para contar su versión de la tragedia que envolvió a su familia, fundadora de la lujosa casa de moda italiana.

En la citada entrevista Gucci dijo estar dispuesta a que "la verdad salga por fin a la luz". "Tenía 14 años y me arrastró la ola, en esos momentos sólo buscaba una burbuja para respirar mientras a mi alrededor había tiburones", confesó sobre la tragedia que, en esa época, fue portada obligada de los medios italianos, y que volvió a estar en la palestra el año pasado, con el estreno de la película "La casa de Gucci", del director británico Ridley Scott.

Con el libro, Gucci asegura que espera poner fin a todas "las conjeturas e inexactitudes" de su trágica historia, que llegó a la pantalla grande con Lady Gaga como su madre y Adam Driver en el papel de su padre.

"Hice esta entrevista, escribí este libro porque tengo dos hijos pequeños. Viendo el revuelo que se armó con la película 'La casa de Gucci', no quería que crecieran sin saber la verdad. Reconstruí los recuerdos pieza por pieza. A veces sentía dolor, a veces una sensación de liberación", dijo en la entrevista Allegra, que es una de las dos hijas que tuvo Gucci y que hoy tiene 41 años.

El libro, explica la italiana, es "mi carta a mi padre Maurizio. Porque mi padre Maurizio siempre está aquí".

En el libro Allegra relata desde cómo se enteró de la muerte de su padre, ocurrida el 27 de marzo de 1995, a la relación que tenía con la esposa de su progenitor, pasando por su difícil relación con su madre y su corte de "hipócritas, aduladores, ladrones, asesores fraudulentos y sembradores de discordia" .

"Es una polilla al revés, atraída por las sombras", dijo en una entrevista con otro medio respecto de su mamá, conocida como la "viuda negra" y que pasó 18 años en la cárcel de San Vittore de Milán, liberada en 2017.

La verdad

Allegra confesó que durante años, cuando la visitó en la prisión, pensó que su madre era inocente -"estaba convencida", dice- hasta que un día, en la televisión, "hizo una media admisión" y entonces: "La llamé y le pedí una explicación. Al final, soltó: 'Todo lo que hice, lo hice sólo por ustedes. Así que ella había hecho algo. Sentí el vacío bajo mis pies. Un abismo".

Hoy tiene la certeza de que su madre "era una buena mujer, aunque muy vulnerable".

En el libro habla de su juventud, que resumen con rabia: "Tenía 11 años cuando mi madre, Patrizia Reggiani, fue operada de un tumor cerebral. Tenía 14 años en 1995, cuando mi padre fue asesinado en Milán. Tenía dos años más cuando mi madre fue detenida y posteriormente condenada como instigadora de su asesinato".

Y asegura que su vida y la de su hermana siempre estuvieron unidas a "esa horrible fotografía: Maurizio Gucci sin vida, en un charco de sangre en el vestíbulo de un edificio de Via Palestro".

Fito Páez apuesta por "uno de los mayores delirios de mi carrera"

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Fito Páez se reconoce sorprendido gratamente de la buena recepción que ha tenido "Futurismo Arlt" (Sony Music), su último trabajo, una musicalización instrumental y sinfónica del libro "Los siete locos" de Roberto Arlt (1929).

"Podría ser uno de los mayores delirios de mi carrera", admitió a la agencia EFE sobre su último disco, que define como "una obra descarnada, hecha con mucho amor a través del tiempo".

La raíz de este proyecto se remonta a 1995, cuando Julio Bocca le propuso integrar un espectáculo de danza y música sobre tango, folclore argentino y rock. Páez cuenta que de esa reunión "chispeante" a la que también asistió Cecilia Roth surgió la idea de ponerle música al citado libro.

"El proyecto se frustró, pero nunca cesó en mí la idea de llevarlo adelante", expresa el rosarino, convencido de que "algunas cosas tienen que macerar en el tiempo, no solo para el oyente y la época, sino también para uno, sobre todo cuando es un material delicado sobre un libro icónico, frondoso e inabordable".

Del libro que inspiró el álbum, Páez destaca que "es asombrosa su capacidad para ver el hueso de la condición humana, sin vaselina, con una escritura exuberante y delirante". Y cuenta que fue avanzando "caóticamente" en la composición.

Su grabación en cinco días no fue menos avezada, llevada a cabo entre Los Ángeles, donde estaba Gustavo Borner como productor (tarea a la que también se sumó Diego Olivero), Buenos Aires con el director musical Ezequiel Silberstein y, desde Praga, la Orquesta Sinfónica Nacional Checa.