¿Qué sabemos de la extraña hepatitis que alerta la OMS?
Se ha detectado en varios países, su origen se desconoce y está atacando principalmente a niños. Infectólogo del Hospital Regional explica las características de esta enfermedad.
Mientras la pandemia por el virus SARS-CoV-2 se mantiene con buenos indicadores epidemiológicos y avanza la cobertura de la vacunación, una nueva preocupación tiene hace algunas semanas en alerta a la Organización Mundial de la Salud (OMS): extraños brotes de un tipo hasta ahora desconocido de hepatitis está afectando principalmente a niños.
Hasta ahora se han contado 190 casos en distintos países de Europa y también en Estados Unidos, en los que ya se ha confirmado la muerte de un menor y al menos dos que requirieron trasplante de hígado.
Muchos de los niños que han contraído esta rara forma de hepatitis no contaban con alguna de las vacunas contra el Covid-19, mientras que en Chile aún no se reportan casos.
Sin embargo, el Minsal ya activó los protocolos para fortalecer la vigilancia de estos casos.
Al respecto el jefe del Área de Infectología del Hospital Regional de Antofagasta (HRA), el doctor Pedro Usedo, afirma que estos reportes de hepatitis de origen desconocido comenzaron hace ya tres semanas en el Reino Unido y desde ahí se han expandido a otros países.
"Es un tema que preocupa porque aún no se tiene claro el comportamiento y se sabe que ésta es una hepatitis inusual. En general la hepatitis no es otra cosa que el proceso de inflamación del hígado, pero que se puede deber a múltiples causas, entre ellas: virus o a tóxicos (drogas, veneno, etc.), o de enfermedades autoinmunes o genéticas. Ahora, dentro de las causas virales en general lo que se identifica es el virus de la hepatitis A, B, C,D y E. Pero, en estos niños no se ha podido identificar una causa viral, o sea, se han tomado los exámenes para los tipos A,B,D y E y han salido negativos", explica Usedo.
El infectólogo del principal recinto médico de la Macrozona Norte del país, añade que esto llama la atención porque se han generado brotes, es decir, ha afectado al mismo tiempo a varios niños de una forma súbita y aguda.
Si bien en algunos de los casos de los niños menores de 16 años con la enfermedad se ha detectado la presencia del SARS-CoV-2, al parecer el causante del Covid-19 no sería el responsable de desencadenar estas complicaciones hepáticas. Los científicos y especialistas internacionales tienen en la mira a otro patógeno: el adenovirus F41.
En palabras simples los adenovirus son una familia de virus que frecuentemente son respiratorios y causan faringitis o cuadros con fiebre. Pero en otros casos también pueden provocar complicaciones en el sistema digestivo, sobre todo en pacientes inmunosuprimidos.
En cuanto al adenovirus F41 pueden ocurrir en cualquier momento del año y son los más comunes en causar diarrea en los niños, siendo los más susceptibles los menores de dos años.
"Esta hepatitis estaría coexistiendo con adenovirus en por lo menos 74 niños de los 190 reportados a la fecha. Eso probablemente estaría dando una cierta orientación o relación de la que pudiese ser la causa", detalla el especialista.
Usedo reitera que a la par también se está estudiando la relación que tendría esta extraña enfermedad con el Covid-19, pero el número de infección y la aparición de hepatitis ha sido mucho menor.
"En ellos se ha detectado la presencia de Covid, pero siempre con la presencia de adenovirus (coinfección). O sea, da la sensación de que este adenovirus pudiera estar jugando un rol bastante importante en la presencia de esta hepatitis autoinmune", agrega.
También dice que otra de las teorías que se barajan es que "el hecho que los niños hayan estado tanto tiempo sin tener contacto por el confinamiento y especialmente en países que han tenido confinamientos mucho más estrictos, pudiesen haber generado una debilitación del sistema inmune en los niños. El estar interactuando con otros niños es la mejor forma de maduración del sistema inmune en los menores de edad".
Por eso llama a los padres a poner atención a los síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea y vómitos, sin esperar necesariamente la fiebre porque puede o no aparecer y también la ictericia, lo que corresponde a la coloración de la piel de un tono amarillento (lo cual es un signo identificatorio).
En medidas de prevención reitera mantener todas las medidas de la pandemia: el lavado frecuente de manos, cubrirse la boca al toser (o uso de mascarillas) y obviamente la consulta oportuna a los centros asistenciales para confirmar o descartar.