¡Qué lindo bebé!

Si hay algo que resulta difícil de hallar en la televisión, y más aún que resulte bien ejecutado, que sea capaz de hacer reflexionar sobre temas serios pero a la vez arranque risas al espectador, es la comedia negra.

Y vaya qué joyita encontramos en la poco difundida "El bebé", una serie autoconclusiva inglesa, estrenada hace algunas semanas por HBO y que arma un divertido pero oscuro festín a costa de la maternidad.

Natasha es una chef que se acerca a los 40 y no tiene ni la más mínima intención de reproducirse. Disfruta de su vida independiente y no siente nada de ese mal llamado "instinto maternal", que muchas veces es utilizado para abrumar a las mujeres que no desean ser madres. Las cosas no andan tan bien cuando sus dos mejores amigas avanzan por el camino de la maternidad: una está embarazada y la otra acaba de tener un bebé, lo que cambia drásticamente sus dinámicas de amigas.

Con cierta ofuscación, Natasha sigue adelante y un fin de semana decide retirarse unos días en una cabaña junto al mar. Es una cabaña un poco siniestra, hay que decirlo: está en medio de la nada, al pie de uno de esos clásicos acantilados ingleses y la atiende una señora muy malhumorada a quien poco le preocupa el confort de sus pasajeros.

Es allí donde ocurre lo impensado: en medio de la noche, Natasha ve caer desde el acantilado el cuerpo de un mujer joven, que se estrella en la arena. Lo que viene después es aún más insólito: un pequeño bebé, de unos siete u ocho meses, viene cayendo desde el acantilado y la única y natural reacción de Natasha es agarrarlo en sus brazos. De allí en adelante, se forjará un vínculo siniestramente indivisible entre Natasha y el bebé.

A medida que avanza la trama, nos daremos cuenta de dos cosas: 1) el bebé arrastra una larga y retorcida historia y 2) donde esté el bebé, traerá la muerte.

"El bebé" es una oscura pero también aguda metáfora acerca de la maternidad, por donde circulan distintas mujeres que no desean ser madres pero que se ven doblegadas ante esta imposición social de roles, personificada por este bebé que no está dispuesto a ser abandonado o no querido.

El humor inglés, crudo y un poco absurdo, impregna la trama de la serie, excelentemente condimentada por la participación del propio bebé, cuyas expresiones infantiles e inocentes son tan bien elegidas por la directora en cada escena que parecen transmitirnos los más retorcidos sentimientos.

"El bebé" es una serie original, atrevida, divertida y oscura a la vez, que nos plantea con total desparpajo la discusión sobre la maternidad, bajándola no solo a un plano terrenal, sino que a una ficción por momentos terrorífica respecto de la relación entre madres e hijos.