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Estudio muestra preocupantes niveles de síntomas de fobia social en jóvenes

Investigación del Observatorio de Infancias y Juventudes de la UCN se realizó en adolescentes entre 14 y 18 años de la región, quienes presentaron indicadores de ansiedad o depresión en el contexto de la pandemia.
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Ricardo Muñoz Espinoza

Preocupantes niveles de síntomas de "fobia social" en jóvenes de la Región de Antofagasta ante el regreso a las clases presenciales tras el largo confinamiento durante 2020 y 2021 por la pandemia por Covid-19, son parte de los resultados de una investigación a cargo del Observatorio de Infancias y Juventudes (OIJ) de la Universidad Católica del Norte (UCN).

"#Storytime: Viviendo en Pandemia" es el nombre de esta investigación que también contó con la colaboración de la Facultad de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado (UAH) y que se realizó entre junio y septiembre del año pasado cuando aún los escolares tenían el sistema de clases online o híbridas debido al avance de las olas de contagio por SARS-CoV-2, y cuyo objetivo se centró en conocer los efectos de estas medidas en la salud mental de los jóvenes de la zona.

Estudio

Si bien distintos investigadores han trabajado en los efectos psicológicos de la pandemia, la novedad es que este estudio consideró jóvenes entre 14 y 18 años de todas las comunas de la región, con la excepción de San Pedro de Atacama (debido a un bajo número en la muestra).

El investigador del OIJ, Rodrigo Moya y la académica de la UAH, María Ángeles Bilbao, fueron quienes lideraron este trabajo, el cual se efectuó en dos fases: una cuantitativa a través de una encuesta online en la que participaron 1.315 jóvenes, y otra cualitativa con grupos de conversación con una muestra de 51 adolescentes de Antofagasta, Calama y Tocopilla.

Entre los temas que fueron consultados se encuentran el confinamiento a nivel interpersonal, familiar y escolar, y aspectos como la salud mental, satisfacción escolar y bienestares subjetivos, así como también educación, realidad socioeconómica, uso de redes sociales, además de relaciones sociales y afectivas con sus familias, amigos y pareja.

Resultados

Los resultados mostraron que el 8,7% tenía síntomas vinculados a la depresión, en donde más de la mitad reconoció "dificultad para concentrarme" (51,9%); el 46,3% respondió que "sentí que todo era un esfuerzo" y el 34,5% que "me sentí solo".

Pero otras de las líneas revelaron también que el 6% evidenció indicadores de ansiedad y dentro de ese grupo, el 37,2% de los jóvenes dijo que previo al desconfinamiento se sentían "preocupados por desgracias futuras"; el 29,2% se reconoció estar "intranquilo" y el 24% declaró encontrarse "nervioso (a)".

Sin embargo, los porcentajes más altos y por lo tanto más preocupantes indicaron una alta proporción de síntomas de fobia social (16,6%). En ese sentido más de la mitad de los jóvenes encuestados (68,4%) admitió sentirse "incomodo cuando estoy con un grupo que no conozco"; el 60% señaló que prefería no acercarse "a un amplio grupo de personas" y el 59,4% que "trato de evitar hablar con las personas, a menos que las conozca".

Acciones

"Hay cifras que son preocupantes en torno a sintomatología depresiva, pero también a la ansiedad que genera el vínculo con otros pares, lo que se define como fobia mental. Esto es una aproximación regional inédita y es relevante contar con estos datos porque con eso se pueden definir políticas y acciones concretas desde los distintos sectores como salud y educación. También es importante que las autoridades tomen consciencia porque esto no es algo que se ha acabado", comentó al respecto Ricardo Espinoza, director del OIJ.

El psicólogo además explicó que en relación a los síntomas de fobia social se deberían a que "el encierro es una condición que genera efectos psicológicos y también fisiológicos y además la incertidumbre que genera el día a día también es una situación que causa malestar. Entonces, la relación entre el encierro, la incertidumbre, y el malestar porque pudo haber conflictos familiares, la pareja o amigos, incrementan la posibilidad de esta sintomatología".

Mientras que el académico de la Escuela de Psicología de la UCN, Rodrigo Moya, afirmó que "más que fobia social como diagnóstico (lo que mostró el estudio) es sintomatología de fobia social, en donde los chicos tenían angustia, algunos sentían ansiedad de retornar al contacto social con los otros y eso nos llamó mucho la atención. Creo que es un gran avance al respecto para validar y aceptar esta situación que están experimentando las y los adolescentes en el reingreso a la educación formal presencial".

Con estos resultados del OIJ recomendaron que los datos deben ser analizados por entidades educativas como el Miniduc la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS) y también sanitarias como el Minsal, para abordar las consecuencias psicológicas del regreso a clases presenciales tras el largo encierro preventivo.

Además, agregaron un plan de contingencia en protección social, de salud y de acompañamiento de los escolares en sus establecimientos en el proceso de socialización y así adaptarse de mejor forma al retorno al contacto entre compañeros, para lo cual apuntaron a la creación de grupos de trabajo con iniciativas que puedan replicarse en distintos colegios.