Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Clasificados
  • Pasatiempos
  • Estrellas
  • Contraportada

Desde la región fotografían una espectacular "danza galáctica"

El VLT, ubicado en Cerro Paranal, captó cómo dos galaxias colisionaron y se fusionaron, a 90 millones de años luz de distancia de la Tierra.
E-mail Compartir

Ricardo Muñoz Espinoza

El Very Large Telescope (VLT) de ESO obtuvo recientemente una imagen del resultado de una espectacular colisión cósmica: la galaxia NGC 7727. Este gigante nació de la fusión de dos galaxias, un evento que comenzó hace cerca de mil millones de años. En su centro se encuentra un par de agujeros negros supermasivos, dos objetos que están destinados a fusionarse en uno aún más masivo.

Así como los planetas y giran alrededor del Sol y las estrellas hacen lo mismo en torno a nuestra galaxia la Vía Láctea ¿alguna vez ha pensado si todo esto pudiese chocar con otros objetos ¿Podría una galaxia, es decir un cúmulo de cientos de miles de millones de estrellas como nuestro Astro Rey, colisionar con otra?

Por más extraño e improbable que parezca debido al tamaño inimaginable del Universo y considerando que todo en él está en movimiento a través de órbitas por la acción de la gravedad, la respuesta es sí, las galaxias pueden chocar entre sí y de hecho, fotografías hay muchas captadas por nuestros telescopios.

Y de esas imágenes es la que recientemente captó el observatorio VLT que se ubica en Cerro Paranal y al sur de Antofagasta, el cual logró una nueva fotografía de dos galaxias que colisionaron y comenzaron a fusionarse para formar una sola estructura gigantesca, en cuyo centro se encuentran los dos agujeros negros supermasivos más cercanos a la Tierra jamás detectados.

Pero antes de entrar en detalles es bueno explicar cómo es que a pesar de que el Universo es tan gigantesco estos mega objetos pueden colisionar. Lo primero que hay saber es que en el Espacio todo está en movimiento.

A pesar de que se sabe que el Universo se está expandiendo, existen galaxias que se encuentran relativamente cerca una de la otra, tanto que la atracción gravitacional entre ellas se sobrepone a esa expansión del Espacio, por lo que comienzan a acercarse y entrar en curso de colisión, para finalmente unirse en una sola estructura.

Eso es lo que captó nuevamente el VLT con esta fotografía de NGC 7727, una súper galaxia ubicada a 90 millones de años luz de la Tierra, en la Constelación de Acuario.

Para tener una idea, en el vacío la luz es lo más rápido que se podría mover, cubriendo 300 mil kilómetros en sólo un segundo. Esto significa que si pudiésemos viajar a esa velocidad nos tardaría 90 millones de años sólo de ida en llegar hasta allá.

Esto se explica porque cuando se habla de año luz los astrónomos se refieren a cuánto tarda en llegar la luz desde el objeto (en este caso NGC 7727) hasta nuestros ojos, lo que es lo mismo: estamos viendo cómo era esa galaxia hace 90 millones de años.

Entonces sí, las galaxias pueden colisionar y muchas veces son mucho más violentas que un choque de un vehículo, aunque debido a que corresponde a un proceso que tarda mucho tiempo hasta que ambas se fusionen, visto desde la Tierra pareciera tratarse de una verdadera danza.

Volviendo con la fotografía captada por el VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO) y que fue tomada por el sofisticado instrumento FORS2, "vemos los rastros enredados, creados cuando las dos galaxias se fusionaron, despojándose mutuamente de estrellas y polvo para crear los espectaculares y alargados brazos que rodean a NGC 7727. Parte de estos brazos están salpicados de estrellas, que en esta imagen se aprecian como brillantes manchas azul-violáceas", dice la publicación en el sitio web de ESO.

En el centro se encuentran los dos agujeros negros supermasivos (se cree que cada galaxia tiene un agujero negro supermasivo como Sagitario A*, el cual se ubica en el corazón de nuestra Vía Láctea), cada uno de ellos separado a una distancia de 1.600 años luz, muy "cerca" en términos astronómicos.

la Vía Láctea, también se encuentra en curso de colisión. En este caso con su hermana, la de tipo espiral más cercana (a poco más de dos años luz de distancia), llamada Andrómeda. Ambas colisionarán, lo que de -haber humanos todavía o tal vez otras civilizaciones- serán testigos de un espectáculo sin precedentes: se fusionarán en una sola llamada "Lactómeda".

Aún no se sabe qué pasará con el Sistema Solar en ese entonces, ni tampoco con la órbita del Sol que debería cambiar (aunque no chocarán estrellas unas con otras porque entre cada una existe una distancia inimaginablemente grande) ¿Cuándo ocurrirá eso? En los próximos cuatro mil millones de años.