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Una década de ALMA: desde la región mirando en lo profundo del Universo

Hace 10 años se inauguró el mayor proyecto de radiotelescopio del mundo, en el Llano Chajnantor.
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Ricardo Muñoz Espinoza

La astronomía, no, el mundo de la ciencia en general, está de fiesta. Ayer, 13 de marzo se cumplió una década exacta desde que fue inaugurado el Atacama Large Millimeter/Submillimeter Array (ALMA), el radiotelescopio más grande del mundo y que está situado en una extensión de 16 kilómetros del Llano de Chajnantor, a más de cinco mil metros sobre el nivel del mar y en las cercanías de la Región de Antofagasta.

Desde ahí, en pleno Desierto de Atacama, las 66 antenas con las que cuenta este observatorio de última tecnología, le permiten adentrarse en el inmenso Espacio.

A diferencia de otros observatorios que utilizan espejos para mirar hacia el Universo, ALMA lo hace a través de una técnica que permite detectar ondas de radio, a través de lo que en física se conoce como longitudes de onda milimétricas y submilimétricas.

Esas ondas que son captadas por las antenas llegan hasta un supercomputador, que mediante un modelo matemático, las "traduce" en una única imagen combinada de todas ellas.

Por lo tanto, puede captar todo aquello que está más allá de la luz visible al ojo humano y también aún mayor a las observaciones en infrarrojo.

"Las antenas las podemos ubicar en distintas posiciones, de forma que podamos ampliar el telescopio o hacerlo más compacto según las necesidades científicas. Si las alejamos las unas de las otras, obtenemos más detalle, pero menos amplitud en la imagen, y viceversa, como con un zoom de una cámara", explicó a la Agencia de Noticias EFE, el coordinador de comunicaciones del radiotelescopio, Nicolás Lira.

Así, ALMA genera seis terabytes al día en datos, lo cual es equivalente a ¡Cuatro mil 500 películas en HD!

Fue el 3 de octubre de 2011, antes de su inauguración oficial, cuando ALMA ya estaba revelando los secretos del Cosmos y entregó su primera imagen, en ese entonces apenas con 12 de sus antenas, logrando la fotografía de la Galaxia de Las Antenas, un dúo de estos gigantes en plena colisión. Ya en esa época se posicionaba como el mejor observatorio de su clase.

A lo largo de la década comenzó un "desfile" de descubrimientos científicos sin precedentes, alcanzando cerca de dos mil 500 artículos hasta la fecha: imágenes de cómo se forman los planetas, detección de moléculas orgánicas complejas en un joven sistema solar, las más detalladas fotografías del Universo distante, la formación de estrellas en distintas galaxias, pero sin lugar a dudas los más famosos: en colaboración con otros telescopios del mundo, la primera fotografía de un agujero negro en la historia, en la galaxia M87 (2019) y también del que se ubica en el centro de nuestra galaxia Vía Láctea, Sagitario A* (2022).

ALMA es posible gracias al trabajo en colaboración con sus socios del Observatorio Europeo Austral (ESO), además de una veintena de países.

66 antenas tiene ALMA, las que en conjunto apuntan hacia el Universo.