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A 36 años de la visita del Papa Juan Pablo II a Antofagasta

El recuerdo de la agitada jornada que vivió en la ciudad entre la tarde del 5 hasta el mediodía del 6 de abril. La noche en que el Sumo Pontífice estuvo en la capital regional.
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Redacción / Andre Malebrán

Este mes se celebra el 36 aniversario de la histórica visita del Papa Juan Pablo II a Chile. Durante su recorrido por el país entre el 1 y el 6 de abril de 1987, Antofagasta fue su última parada, donde llegó la tarde noche del domingo 5 de abril.

El Papa aterrizó en el aeropuerto de Cerro Moreno, ahora conocido como aeropuerto Andrés Sabella, y fue recibido por multitudes de fieles que clamaban su nombre. Desde allí, se trasladó a la ciudad para ofrecer una ceremonia religiosa a la que solo asistieron algunos sacerdotes. La ceremonia fue transmitida en vivo para todo el país.

Después de la ceremonia, el Papa se trasladó a la Congregación de Jesús, donde pasaría la noche. Hasta el día de hoy, la habitación y los muebles que utilizó el Santo Padre se mantienen intactos, incluyendo su ropa de cama y utensilios personales. En la bitácora de la congregación, escrita por la hermana encargada Dietlinde Marquard (QEPD), se registró con gran detalle el paso del Papa por Antofagasta.

"El ministerio dispuso de una semana de vacaciones para que los católicos venidos de otras partes pudieran alojar en las escuelas. Nuestra comunidad se retiró al jardín infantil para ceder toda la casa a la comitiva papal, ya que el día anterior se formó un cordón policial alrededor de la cuadra en que se encuentra la casa", escribió la religiosa.

La llegada del Papa fue un momento emocionante para las religiosas de la congregación, quienes lo recibieron con gran alegría. Al día siguiente, el Papa se levantó temprano para rezar en la capilla de la Congregación antes de comenzar su día lleno de actividades.

"La entrada del Papa en el Papa Móvil a la cancha (de la Congregación) fue una vivencia inolvidable. Vimos y escuchamos al Santo Padre desde tan cerca, rezamos con él la oración de la noche. Al final se acercó a la gente reunida y saludó a los sacerdotes y religiosas, y a nosotras nos reconoció como alemanas. Visiblemente fatigado se retiró a su habitación, deseando servirse solamente un consomé y frutas", escribió.

El lunes 6 de abril, el Papa tenía programadas dos grandes actividades en Antofagasta. La primera era una visita a la cárcel, y la segunda era la magna eucaristía que se celebraría en el sector norte de la ciudad. Esta eucaristía fue la única del norte del país y atrajo a fieles de todo Chile, incluyendo a personas de Arica, Iquique y los pueblos del interior.

"Nosotras tuvimos antes la oportunidad de una leve conversación con el Sumo Pontífice y recibir de él un apretón de manos..."

bitácora de la hermana encargada, Dietlinde Marquard