¿Por qué Antofagasta se llena de microbasurales?
Miércoles 25 de marzo, día de la lluvia. Como les había contado en una edición anterior, vivo en un cuarto piso en Antofagasta, por suerte no me mojé y me quedé viendo películas toda la tarde. Como acá nunca llueve, abrí la ventana para sentir el agua y caché que al frente mi vecino sacó un colchón mojado, aprovechando la confusión.
Ya han pasado como dos semanas, ya limpiaron las calles y todo, y el colchón todo azumagado estuvo ahí hasta hace unos días, cuando vinieron a recogerlo y llevárselo por fin. El problema es que el vecino no fue el único que hizo esa maldad, porque fueron cientos de antofagastinos quienes -con la excusa de la lluvia- salieron a tirar sus mugres a la calle. Y no vengan a decir que fue culpa de los chubascos, porque nadie vio flotando un refrigerador por ahí.
Mientras la municipalidad ha realizado su trabajo de limpieza de estos microbasurales, ya se sabe que hay lugares donde algunos desubicados van a tirar escombros así como si nada. El dato era en las vías aluviales de la Villa El Salto, ahí donde se produjo el terrible aluvión del 91.
-Los vehículos se meten por ahí y botan basura, care palo- dice Yelisa Leiva, una de las últimas vecinas de la villa allá arriba- Vienen a botar escombros, si de acá a la orilla uno tiene que limpiar…
EN LAS PISCINAS
Con la hábil conducción de don Luis, el chofer del diario, fuimos en busca de esos carepalos cuesta arriba. Por el camino de la quebrada, las piscinas aluviales iban acumulando cada vez más escombros. Ahí observé basura, perritos muertos, hasta un árbol incluso. Lo más curioso, es que dentro de una piscina, había cerca de quince neumáticos tirados. ¡Quince! ¡Cómo botan acá tantos!
Yelisa me cuenta que no hay cómo frenarlos, porque la soledad del camino, y el hecho que nadie viene a meterse para acá (excepto un jeep que vimos con una pareja dentro, pero eso es otro cuento) genera impunidad para los malandras. Furiosa, una vez incluso encaró a una camioneta que venía cargada de basura, lista para botar.
-Yo les dije que no, que lo tenían que recoger. Soy la única acá que limpio- insiste.
Durante todos estos días, la muni ha encontrado de todo en las calles: además de llevarse el colchón de mi vecino, han aparecido refrigeradores, sillones, escombros, todos supuestamente culpa de la lluvia. En total: dos mil toneladas de enseres en desuso, informan. Tanto así, que el pasado 30 de marzo pillaron 150 toneladas de una, en calle Montegrande con Aysén. En San Miguel con Teatinos, otro peak de mugre: 120 toneladas.
-Siempre vienen a tirar basura acá, si no es de ahora no más- cuenta el vecino Javier Urzúa, de avenida Circunvalación.
Además de limpiar casi toda la ciudad, también se trabajó en el ingreso al vertedero y en los alrededores del canil municipal. ¿Qué hacía tanta basura en el canil municipal? ¿Qué hacían neumáticos en plena calle al otro día de las lluvias? Nadie lo sabe. Preguntémosle a las nubes.
SIGUE EL TRABAJO
"Apenas ocurrió la emergencia, nuestra Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato inició un completo plan de despeje de las arterias de nuestra comuna y el retiro de los elementos voluminosos y enseres en desuso que resultaron dañados con las precipitaciones", comenta la alcaldesa Karen Rojo con respecto al festival de basura que apareció en las vías de la capital regional.
"Lamentablemente, muchos vecinos aprovecharon esta emergencia para retirar de sus hogares otros elementos incluyendo neumáticos hecho que ha provocado graves focos de insalubridad en la ciudad que hemos estado combatiendo arduamente con nuestros funcionarios y las empresas contratistas abocadas al retiro de desechos domiciliarios. Hemos podido retirar la mayor cantidad de desechos detectados en la vía pública, por lo que hago un fuerte llamado a los vecinos para que nos ayuden a preservar el aseo de la comuna evitando crear microbasurales. Quienes requieran sacar de sus hogares enseres en desuso, les solicitamos llamar a la Dirección de Medio Ambiente de modo de gestionar el retiro", dice la autoridad.
Ahora que aún se trabaja en la limpieza de la ciudad, trate usted también de ayudar. No deje elementos voluminosos en las calles, moje el piso antes de barrer para que no contamine tampoco con polvo, y por favor, ¡por favor! no le eche la culpa a la lluvia que su lavadora ya no sirvió más. Para qué. J