El motorista de Carabineros que convenció a dos personas de no lanzarse desde la cima del Morro
Miguel Angel Severino Novoa, lleva 16 años de servicio en la institución, llegó desde Santiago a Arica y tiene varios procedimientos importantes en su hoja de vida. Logró que una mujer decidiera no lanzarse al vacío .
Quién no lo ha visto circulando en su moto por distintas partes de Arica, incluso muchos ya lo saludan; como se dice no se pierde ningún procedimiento, está "en todas"; Estamos hablando de Miguel Ángel Severino Novoa, de 35 años, pertenece a la unidad de motoristas de Carabineros de la Primera Comisaría.
El próximo año va a cumplir 17 años de servicios y en su hoja de vida cuenta con operativos que lo han marcado para toda su vida, tres rescates desde la cima del Histórico Peñón.
Severino, el 2013 rescató a una mujer que intentó lanzarse desde el Morro, poniendo en peligro su propia vida.
"Veo como una mujer pasa la barrera de seguridad, me acerqué y empecé a entablar un diálogo con ella y luego de varias horas pude convencerla que no se lanzara al vacío", contó.
Pero el destino, hizo que un par de meses después volviera a ver a esa mujer. "Recibimos una llamada de emergencia en el Morro, una persona estaba a un paso de lanzarse. Llego y me doy cuenta que era la misma mujer. En esa oportunidad había mucha gente, se activó un operativo con el Gope, conversaron con ella para que no se lanzara al vacío. Me puse en un costado y ella me mira y dice: Quiero hablar con él de la moto que esta allá; me acerqué, me puse el arnés de seguridad, bajé hasta donde estaba, le dije que saliera del lugar de peligro, me acerqué y la tomé y la subimos".
Dice que su corazón latía tan fuerte por los nervios de no poder afirmarla bien, ya que estaban en un sector peligroso.
"No puedo contar los detalles de esa conversación, fui muy empático con ella y logré que se tranquilizara", recordó.
Luego de esta experiencia muy fuerte le tocó vivir otro intento de suicidio en el mismo lugar; en esa oportunidad fue un hombre.
"Afortunadamente solo se acercó a la barrera de seguridad, fue más rápido conversar con él y logramos convencerlo de que no se lanzara".
Pero quién es Severino. Es casado, tiene tres hijos, viene desde Santiago y sus padres son de la ciudad de Doñihue, Sexta Región.
Ingresó a Carabineros a los 17 años en 1999, hizo el curso de formación policial en Arica. Como es el menor de sus dos hermanos, reconoció que le costó separarse de su familia y llegar a una ciudad que no conocía y que estaba tan lejos de sus padres.
"No sabía ni siquiera enhebrar una aguja, ni lavar un calcetín, tuve que aprender de todo. Fue duro los primeros años para mis padres".
Una vez que pasó el curso de carabinero, fue trasladado a la comuna de Quilicura en Santiago y después postuló a la escuela de suboficiales y lo enviaron de nuevo a Arica.
Lleva 16 años como motorista y ha sabido ganarse el cariño y el respeto de sus colegas. Dice que siempre está dispuesto ayudar a quien más lo necesite. Contó que su tiempo libre lo dedica al gimnasio y en sus tiempos libres practicó motocross cuando vivía en Santiago.
Historia
Pero la vida de Severino no ha sido nada de fácil; por años vio a su padre llorar encerrado en su dormitorio y en silencio.
"Mi abuela tenía un restaurante, llegó un hombre que le pidió fiado y ella le dijo que no y mi papá presenció cuando este sujeto sacó un cuchillo y se lo clavó en el corazón, la mató de inmediato. Cómo no saber quien fue para tomarlo detenido, fue un hecho que marcó la vida de mi padre".
Ahora asegura que ha podido superar este amargo episodio de su vida y lo ha ayudado el ser carabinero, una profesión que dice que lo apasiona y que siempre quiere llevar bien puesto el nombre de su institución. Por eso el próximo año quiere estudiar inglés y capacitarse en otras áreas.
"El ser motorista de Carabineros es una gran responsabilidad, somos los primeros en llegar a un procedimiento. Tenemos que tener una reacción inmediata", contó.