Luces y recuerdos le dan vida a la Playa Atacama
"Prestándole" recuerdos al contaminado espacio taltalino, la artista visual Francisca Ossa realizó su tesis para completar el magíster en la vecina comuna.
Casi son las ocho y media de la noche y el atardecer cae sobre las playas de Taltal. La vista de la bahía es conmovedora: cuando el sol ya no está, el cielo toma colores rojizos y violetas -si es que no son muchos más-, mientras sólo se escucha a lo lejos, el sonido de las olas chocar.
A esa misma hora, abajo, en Playa Atacama, unas pequeñas luces desafían la oscuridad que toma la arena al llegar la noche. Son pequeños montículos que sostienen 28 frascos de conserva donde se les colocó un artículo iluminado por una luz led. Dentro de los frascos, hay de todo: un anillo al que le falta un trozo, cinco mariposas muertas, el diente de un niño, un tete de guagua, una flor, una muñeca...
El experimento es parte de la tesis de Francisca Ossa, hija de taltalinos que viajó hasta la comuna para terminar su magíster en Artes que actualmente cursa en la Universidad Mayor (de Santiago). "Son objetos que fueron encontrados en la playa... cosas que te puedes encontrar en la playa", explica al teléfono con "La Estrella".
¿Cómo se juntan todos estos objetos?
"Todos los artículos los fui recolectando a lo largo de mi vida como un archivo personal, una operación de ficción. Hago que a través de lo visual genero una ficción, porque la gente cree que yo encontré esos objetos en la playa".
Ahí sucede la magia. Francisca dice que la gente le preguntaba -cuando hacía la instalación en la playa- dónde encontró tal cosa en la arena, porque ellos tenían algo similar en sus casas. "¿En serio lo encontraste en la calle?", le decían.
Para la artista visual, realizar este montaje en la contaminada playa Atacama es volver a darle vida a un espacio del borde costero "donde no hay memoria, donde no hay alma", explica Ossa. De esta forma, al colocar estos artículos, la artista quiere prestarle estos recuerdos a la playa que están tomados de otros lugares del país donde sus playas no están contaminadas. En el fondo, recordarle a la playa que hay vida.
Sensaciones
"La playa cobra vida con las sensaciones que tienen las personas que están pasando por ahí recorriendo los objetos", dice la artista sobre su trabajo, que retiró el domingo pasado desde las playas taltalinas.
Tras su registro, Francisca pretende defender su tesis en marzo, en Santiago. Según explica, la gente que se acercó con curiosidad a ver la obra estaban contentos por la espontánea sensación de vida que surgió en este punto de Taltal.
"Había gente que nunca había ido a la playa de Atacama, es una que está súper cerca del pueblo, y como está contaminada, se ve como un lugar feo, como un basural", dice Francisca, quien primero estudió Teatro y luego continuó sus estudios, dedicándose actualmente a terminar su magíster en la capital.
¿Cuales son tus proyecciones?
"Quiero tratar de generar un proyecto en Taltal, como una residencia para artistas para que trabajen en la playa de Atacama, y así generar un acto poético en la playa", dice la artista.