Antofagasta llora por el trágico paso del aluvión
92 muertos y 16 desparecidos dejó la peor tragedia en la historia de la ciudad. Todo Chile se movió para ayudar a reconstruir.
Para los vecinos de la Villa el Salto de Antofagasta, la madrugada del 18 de junio de 1991 se sintió como si fuera el fin del mundo. Nadie imaginó que una tímida llovizna que se asomó por la capital regional, la noche del 17, iba a crecer tanto hasta llegar a registrar 47 milímetros de agua caída, un récord hasta entonces no visto en la ciudad, provocando que literalmente los cerros se vinieran abajo.
Esa noche, 92 personas murieron bajo el aluvión de lodo y escombros que bajó con la lluvia, dejando además 16 desaparecidos. El barro hizo desaparecer, literalmente, la Villa el Salto, arrastrando lodo incluso hacia las calles del centro, llevándose de paso autos, árboles y lo que pillara.
De inmediato, el país se comienza a movilizar para afrontar la emergencia. Al otro día aterriza el Presidente Patricio Aylwin y el Ministro del Interior, Enrique Krauss, a juntarse con el alcalde Floreal Recabarren. Preliminarmente, hay 3 mil casas son graves daños, y 600 viviendas que sencillamente ya no existían. El agua, recurso básico escaso en la ciudad, deja de repartirse en camiones aljibes: el sistema es muy lento. Aylwin da la orden de poner estanques para abastecerse.
Pasan los días y la angustia por saber por los desaparecidos es apremiante. Carabineros busca con perros especializados en medio del lodo. "La Estrella del Norte" publica largas listas de mensajes de familiares en toda la región. "A la señora Miriam de Ariste, que se contacte con la familia Adasme. Para informarse en que albergue se encuentra. Urgente".
En medio de la tragedia, sucede el milagro. Por la tele, una niña de seis años aparece como una de las sobrevivientes. "Un caballero me sacó del agua. Creía que era un perrito (sonríe), pero yo me moví y después que me sacó del agua... después me sacó del barro y dijo que era una niña", le dice Evelyn Pérez al periodista que la entrevista. Inicialmente se cree que su madre está muerta, pero Amalia, su mamá, estaba en otra pieza del Hospital, viva.
Increíblemente, una veintena de sujetos son sorprendidos especulando con los precios de los víveres, vendiendo agua potable (en circunstancias que apenas había en toda la ciudad) y alimentos destinados a los damnificados. Carabineros detuvo a 22 sujetos que lucraban con la tragedia. Al "Mawa" (19) y al "Cuchillo" (17), dos delincuentes de la calle Calbuco, los pillaron colándose dentro de una casa mientras la dueña de casa iba a buscar agua. Los tipos se robaron una radio que fue recuperada gracias a que la mamá de uno de los antisociales la devolviera.
Las pérdidas se estimaron, en su momento, en setenta millones de dólares. El sábado 22, en directo desde el gimnasio Sokol, "Sábados Gigantes" transmite para reunir dinero que ayudara a la reconstrucción de la ciudad, con el show de Irene Llanos, Myriam Hernández, Pachuco y Luis Jara. Ese día se juntaron 300 millones de pesos y centenares de camiones con ayuda viajaban por el desierto con la colaboración solidaria de todo el país.
La ciudad, de a poco, volvió a la normalidad. El Gobierno construyó grandes obras para atajar futuros aluviones, que permanecen hasta el día de hoy.