Cristian Castro - La Estrella de Antofagasta

La actual calle Bolívar de Antofagasta fue bautizada como tal cuando la ciudad aún permanecía bajo la administración de Bolivia. Por este motivo le pusieron el apellido del primer presidente (y libertador) del país altiplánico , Simón Bolívar.

La cosa es que, actualmente en esta calle existe una vieja placa metálica que dedica toda una apología al militar venezolano: "Homenaje del instituto chileno-boliviano de cultura al libertador Simón Bolívar. Ejemplo de liberación de nuestra América", reza la inscripción.

La frase se encuentra incrustada en la pared de un edificio en las intersecciones de las calles Bolívar y Latorre, y por muy curioso que sea (el resto de las calles no cuentan con alguna explicación sobre su origen o dedicatorias a quienes deben el nombre) se encuentra ubicada también en un espacio que escapa a la mirada de los peatones.

Pero no es la única. Tal como ocurre con el mencionado distintivo, en la ciudad hay al menos una decena de otras placas antiguas que exponen algún interesante detalle, mientras que otras solo dejan más dudas que certezas.

2° Distrito

En la esquina de 21 de mayo con calle Ossa existe una extraña placa con la siguiente inscripción: "Calle 21 de mayo. 4ta subdelegación del 2° distrito".

Esta plancha oxidada se encuentra incrustada en la pared de una casa particular. La dueña dice desconocer el significado de la inscripción, ya que cuando compró el inmueble ya estaba la placa. Además, dice que muchas personas (especialmente turistas) golpean la puerta de su casa para preguntarle por esta lámina de metal que pareciera ser sacada de las calles del Londres del siglo XIX.

Para el historiador y exalcalde de Antofagasta, Floreal Recabarren, este objeto debe ser de principios del siglo XX, ya que cuenta que, según lo expuesto por la placa, esta responde al antiguo sistema de divisiones territoriales que tenía Antofagasta en el siglo pasado.

Soldados de la paz

Los primeros 'carabineros' (por decirlo de algún modo) llegados a Antofagasta se apostaron en el sector donde actualmente se encuentra el edificio Bulnes (Balmaceda con Sucre). Allí se instaló efectivamente el Batallón Bulnes, llegado a la ciudad en junio de 1879 (cuatro meses después de la toma de Antofagasta por las tropas chilenas) para garantizar la paz de la población en plena Guerra del Pacífico.

Allí, en el mismo edificio una inscripción (descartada a la vista) hace un reconocimiento a estos 'soldados de la paz'. A su vez una bella placa hace reconocimiento a la casa donde nació y vivió su infancia el héroe de Carabineros Hernán Merino Correa, quien murió en acto de servicio custodiando la frontera con Argentina.

Por último, en la entrada del edifico que ocupa el Servicio de Salud, una placa destaca la amistad y la cooperación entre Chile y Estados Unidos, haciendo una especial mención de los mandatarios de ambos países en aquel tiempo, Juan Antonio Ríos y Harry S. Truman, el presidente norteamericano que autorizó los lanzamientos de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945 (año en que fue puesta la placa) y que causó a Japón la muerte de más de 220 mil personas.