Abuelita de 84 años un ejemplo: esperó tres horas para votar
Llegó a las 8:15 para sufragar, pero su mesa se constituyó a las 11:30. En ningún momento pensó en irse.
Mauricio Riquelme C. - La Estrella Antofagasta
La señora Silvia Flores Ibáñez (84 años) fue la primera en llegar a la mesa 57 de la Escuela Libertadores de Chile (Coviefi), pero se encontró con la sorpresa de que aún no estaba constituido su lugar de sufragio.
Eran las 8:15 de la mañana, y como estaba acompañada por su nuera Ruby Ramírez, se hizo el tiempo de esperar. Nada le impediría cumplir con su deber cívico. Apoyó con sus manos su muleta y se sentó a esperar que llegasen los vocales. Sin embargo, la irresponsabilidad de los vocales designados, que no llegaron simplemente a cumplir con su labor, hizo eterna la espera.
El delegado de la escuela tuvo que rearmar las mesas 56 y 57 con vocales de otros lados, proceso que se extendió por varias horas.
Durante ese tiempo, varios votantes llegaron, esperaron su turno, miraron a la distancia y como no había movimiento en sus mesas, decidieron irse. Y la señora Silvia seguía estoica esperando su turno.
Poco a poco comenzaron a llegar más personas, en su mayoría mujeres, que vieron en esta noble tocopillana un ejemplo y decidieron quedarse para votar.
Al comienzo el ánimo no era de los mejores. Los voluntarios trataban de moverse lo más rápido posible para habilitar la mesa y la paciencia comenzaba a terminarse. Pero con el correr de los minutos pasaron de ser votantes a casi amigas. Las risas abundaban, varias tenían que llegar a casa para hacer el almuerzo, pero a esa altura ya estaban decididas a quedarse para votar, sin importar nada.
Hasta que llegó el momento. A las 11:40, después de tres horas y media, la mesa 56 abrió y la señora Silvia pudo emitir su voto. "Hay que cumplir con el deber cívico, sin importar la espera. Nunca me había pasado esto de esperar, pero había que votar. He estado en todas las votaciones, no me perdido ninguna y menos me iba a perder esta", dijo esta abuelita que sin quererlo se convirtió en un ejemplo para las nuevas generaciones que a pesar de la espera cumplió con su deber.
8:15 en punto llegó al señora Silvia Flores. En ningún momento dudó en sufragar. Todo un ejemplo cívico.