¡Backstreet Boys a la vista!: fans recuerdan su anterior paso por Viña
Gritos, desmayos, llantos y miles de personas coreando sus canciones hubo ese 14 de febrero de 1998 en la Quinta Vergara. 21 años después se reencontrarán con un público más maduro y con nuevo disco bajo el brazo.
Mirian Mondaca Herrera.
Bastó que en la página oficial de Backstreet Boys, en medio de una veintena de presentaciones en Las Vegas, asomara tímidamente Chile y la Quinta Vergara, para que las miles de fanáticas y fanáticos nacionales de la boy band entraran en éxtasis. 21 años años después de que pisaron el escenario del Festival de Viña del Mar, el sueño de volverlos a ver en el certamen se hacía realidad.
La jugada que hizo la organización del certamen no fue menor, porque A.J, Howie, Brian, Nick Carter y Kevin, accedieron a hacer un viaje relámpago a la Quinta Región para presentarse el 28 de febrero, tras un concierto que tendrán cinco días antes en el Zappos Theater at Planet Hollywood, en Las Vegas. A prácticamente un mes de que arriben a Viña del Mar, la expectación entre sus seguidoras es máxima, sobre todo, considerando que se trata de la versión 60 del Festival.
Gritos y llantos
Las fanáticas de los chicos de Orlando coinciden en que lo que ocurrirá sobre el escenario de la Quinta Vergara la última noche de febrero será maravilloso. Como la única referencia que tienen de ellos sobre la Quinta Vergara se remonta al 14 de febrero de 1998, es inevitable no recordar esa presentación, la primera que el grupo hizo en Chile.
Una de aquellas, para quien los últimos tres días han sido un cúmulo de emociones, es la viñamarina María José Negrete, que en 1998 tenía 15 años de edad. Esa primera noche que vio a los Backstreet Boys fue a la galería de la Quinta Vergara acompañada de un tío de Santiago, gracias a una entrada "con gancho" que le regaló su padrino para su cumpleaños, prácticamente un mes antes del certamen: el 26 de enero. "No me querían dejar ir sola, porque era muy chica", comenta.
A falta de una cámara de video, la entonces adolescente grabó con sus ojos cada instante de la presentación. Así, en su memoria hasta hoy tiene fresco el recuerdo de esa noche en que los gritos de las fanáticas se expandieron por toda la Quinta Vergara.
"Éramos adolescentes y el fanatismo estaba desbordado. Yo veía que habían muchas desmayadas (...) Además justo ese día era el día de los enamorados, entonces hicieron algo especial al inicio, pero había una pifiadera, porque el público quería ver a Backstreer Boys", rememora la hoy profesora de religión.
Esa jornada el fanatismo de María José llegó a su clímax, cuando al ver que la banda subía a algunas fans al escenario, lloró. Eso fue, reconoce "un llanto de celos, porque en una canción de ellos, que se llama 'Never break you heart', subieron unas niñas al escenario. Yo me decía 'me voy a controlar, me voy a portar bien', pero lloré igual, de envidia". Esa devoción a toda prueba ya había quedado demostrada horas antes cuando luego de esperarlos fuera del Hotel Miramar, corrió tras el bus que los transportaba hasta la Quinta Vergara para su prueba de sonido.
También seguidora incondicional de la boy band es la locutora radial y periodista porteña, Karina Chávez, que además supo explorar una faceta más social, siendo parte de una agrupación de fans que, a fines de los noventa, visitaban hogares de ancianos y de niños. La joven comunicadora, que algunos años más tarde tuvo sus primeros acercamiento con los medios de comunicación, vivió su fanatismo de forma más mesurada, pero no por eso dejó de gozar con el show en la Quinta Vergara.
Ese 14 de febrero, Karina estuvo en la galería con su hermana menor y sus padres. El show, recuerda, "superó las expectativas. También lo que tengo muy marcado fue la euforia que se vivió (...) Yo no he vuelto a ver esa euforia en la Quinta Vergara".
Trabajó para ir
Aquella cuarta noche de Viña 1998, la porteña Kathry Donoso también estuvo en el anfiteatro viñamarino, pero en el palco. La adolescente solo tenía 13 años, pero pudo acceder a esa privilegiada ubicación luego de trabajar por varios meses para comprar su entrada. El ticket, recuerda, "me costó 25 mil pesos de ese entonces (...) En aquella época los artistas se anunciaban con mucha anticipación, así que trabajé todo ese tiempo en una feria artesanal que había en Pedro Montt".
Aquella noche coreó las canciones de la banda junto a una amiga de su misma edad en el palco. El fanatismo en su máxima expresión lo vio el día anterior, cuando llegó hasta el hotel con la ilusión de verlos. Esa jornada solo los divisó a lo lejos por algunos segundos, pero sí fue testigo de cómo "el bus en que llegaron se movía de un lado a otro, porque la masa de fans que había lo empezó a empujar".
Felicidad, nerviosismo, ansiedad son algunas de las emociones que están sintiendo, y seguirán experimentando, los y las cientos de miles de fanáticas de Chile y de países vecinos que asistirán a la Quinta Vergara para el reencuentro con una de las boy band más exitosas de la historia de la música. Sus clásicos no faltarán, pero tampoco nuevas canciones de su disco "DNA", que publicado el viernes
La Estrella