Cartas
No estaban dormidos
Estimado director:
Lo que pasa es que "Chile despertó". Es la frase repetida por muchos para representar las masivas protestas pacíficas a lo largo de todo Chile, en la que la lista de problemas es muy larga que permanecen pendientes de solución tras largos 30 años por toda la familia política & asociados y que a primera vista resulta convincente. Pero todos sabemos que Chile no estaba dormido, y menos despertó solo hace 3 semanas con el comienzo de las últimas protestas o justo cuando la primera persona saltó el control del Metro. Decir "Chile despertó" es un insulto para todas las señoras Juanitas, para todos los tíos Rorros de Chile, de Arica a Tierra del Fuego, que los últimos 30 años tuvieron que estar muy despiertos para sacar a sus familias adelante, con todas las piedras en el zapato que les tocaba soportar, si ellos hace tiempo que vienen con los mismos problemas que están en el "menú del día de hoy": las bajas pensiones, colas interminables de la salud, la inseguridad, las colusiones del mercado, la corrupción de la política, el funesto nepotismo, el cuoteo y el amiguismo político, el mal uso de información privilegiada y tantas otras.
Estas situaciones aparecen como meras expresiones, pero otra cosa es si se personalizan con ejemplos reales y conocidos. Ahí vuelve la memoria, por citar algunos, no olvidar que hubo una ministra que prometió terminar con las colas de la salud, si no renunciaba. No renunció. Hubo un candidato a presidente que prometió detener la "puerta giratoria" con la delincuencia. No solo no la detuvo, se robaron la puerta giratoria.
Y casos como "El Jubilazo", "Corpesca", "Caval", Sename, "Colusión de Farmacias, Pollos", "Condonación de multas e intereses por el SII a Tiendas Johnson's", o de la persona que en el sur por robar una gallina y una concha de jabón le dieron 5 años de cárcel y a otro por robar millones de dólares, simplemente escribir una letanía 100 veces, y se podría seguir. Raya para la suma, Chile no estaba dormido, los chilenos estaban sacando a sus familias adelante, luchando contra todas estas "archiconocidas desigualdades e inequidades", pero ignoradas por conveniencias de otros, y así años tras año, hasta que pasó lo que muchos "expertos" dicen que ellos sabían que iba a pasar y se extrañaban que aún no pasaba, "que se cuenten otra" .
Raya para la suma, en cuatro palabras... los chilenos (as) se aburrieron, y ahí están ahora, más despiertos que nunca para interpelar a la familia política & asociados en pleno, y no por los 30 pesos del Metro, sino que por la indolente sordera de los últimos 30 años...
Luis Enrique Soler Milla