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Fue con el lanzamiento de la Copa Enel en Calama en septiembre en que se determinó que la gran mayoría de los equipos participantes serían de escuelas y colegios de la comuna.
Pero ante la negativa de algunos, hubo que llamar a gente de la escuela de fútbol de Cobreloa y otros clubes deportivos para llenar cupos. Allí nace "la banda del Milla".
"Nos dijeron en Cobreloa que si queríamos armar un equipo y le dije a mi papá -Johnny- y empezamos a entrenar. Casi todos somos compañeros en la escuela de fútbol de Cobreloa" comenta José Millalonco, el pequeño goleador que terminó bautizando al equipo con el nombre del cámping familiar donde entrenan, "Santa Inés" y que convocó a varios otros, como Lucas Cornejo, el hijo menor del recordado Fernando Cornejo Jiménez.
"Me acuerdo que empezamos a ganar los partidos y cuando llegamos a la final comunal y la ganamos nos dijimos que era posible el sueño de ganar el nacional porque eran dos partidos. Y cuando pasamos a la final, entre la emoción, nos juramentamos ganarla", dice el menor de la "Dinastía Cornejo", que tiene a Fernando Junior como nueva incorporación de Universidad de Chile, este año.
Tatiana Miranda, la madre de los Cornejo reconoce que "hay mucho orgullo de ver que el legado que les dejó Fernando -padre- a ellos sigue viéndose reflejado en lo mucho que se esfuerzan por superarse. Igual, mucha gente se sorprende por el triunfo de estos niños y lo que no saben es que llevan varios años jugando juntos. Se conocen y demostraron que juntos pueden llegar lejos en esto del fútbol".
Matías Villarroel es otro de los amigos del "Milla" que se sumaron al proyecto que terminó encabezando el entrenador Eduardo Ardiles.
"Mati" hizo dos goles que terminaron desequilibrando un partido parejo ante el representante del BarrioNorte de Concepción en al final jugada este sábado pasado en la ciudad deportiva Iván Zamorano en la capital.
"Fue emocionante llegar a la final y poder ganarla pero lo cierto es que cuando ganamos la semifinal y nos dimos cuenta que pese a jugar contra un equipo tan duro como el de Lo Prado, sabíamos que podíamos ganar el título", dice.
El defensor que se convirtió en goleador rescata la que, a su parecer, fue la principal virtud del equipo para imponerse en una jornada en donde el nivel de exigencia era mayor.
"Es muy rápido, te desconcentras un segundo y te hacen dos goles como nosotros se los hicimos a Concepción en el segundo tiempo. Sabes bien que cuando juegas partidos así, lo que más importa es la concentración y nosotros lo fuimos trabajando en el campeonato en Calama y llegamos muy claros a la fase nacional", reconoció uno de los líderes dentro del camarín.
Llama la atención la madurez que muestran tanto dentro de la cancha como fuera de ella. "Se emocionan como todos, son niños que están jugando al fútbol y que tienen el sueño de ir consiguiendo cosas a través del deporte que les gusta. Pero son comprometidos, motivados, muy amigos y esa solidaridad se ve en la cancha, donde todos juegan para el equipo y no hay figuras", dice Ardiles, quien tuvo la suerte de dirigir a Santa Inés.
El próximo paso es Europa, viajar a Italia, disfrutar la aventura pero también, jugar un partido ante el Inter de Milán en la capital lombarda.
Los sueños se cumplen pero ahora vienen otros, como dice José Millalonco. "Me gustaría ser profesional algún día y jugar por Cobreloa, poder debutar en mi ciudad y ojalá con mis compañeros de la escuela de fútbol".
La misma escuela que ayer los recibió en el club de campo, con pasillo de honor antes del entrenamiento. La más merecida bienvenida para los campeones de Chile que cumplieron el sueño mayor en la capital.