Buscarán sancionar fuertemente a quienes asistieron a clandestino
Gran malestar provocaron dos situaciones originadas este fin de Semana Santo en Calama. Por una parte, Carabineros desbarató una shopería clandestina, donde detuvo a 55 personas y el domingo, en un templo evangélico se desarrolló un culto con 35 fieles. Autoridades rechazaron este actuar, ya que pese a la solicitud de no tener reuniones masivas para evitar aglomeraciones, hay pobladores que no hicieron caso de eso.
Para contextualizar, al inicio de Semana Santa, vecinos realizaron reiteradas denuncias de un local clandestino donde se vendía bebidas alcohólicas e incluso se ejercía el comercio sexual.
Ante esto, Carabineros llegó hasta un domicilio en calle Arauco en Calama, encontrándose que todas las denuncias eran verídicas y en este lugar habían decenas de personas compartiendo.
Pese al llamado de las autoridades sanitarias de no hacer actividades masivas, que superen las 50 personas, en este clandestino habían 55 comensales, los que fueron detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público.
"Estamos analizando los antecedentes para poder presentar una querella, las personas fueron puestas a disposición del tribunal. Pero vamos a ver cual es la forma de poder hacer un seguimiento y generar un castigo. Lo que pasó en Calama, es tremendamente serio, no podemos estar haciendo actividades con acumulación de más de 50 personas en un lugar cerrado, sin ninguna medida particular para prevenir el contagio", explicó el intendente, Edgar Blanco.
Culto
Pero no fue lo único que ocurrió en Calama, ya que en un templo evangélico, durante el domingo se desarrolló un culto, pese al llamado a no convocar a gran cantidad de personas. "Carabineros cerró este templo y se le hizo seguimiento a estas personas", dijo el jefe de defensa, el general José Aguirre.