Posible alivio en ansiosos con los cambios de costumbres por covid
El contacto físico es una de las maneras más directas de formar apego, pero a muchas personas no les acomoda.
Natividad Espinoza R.
Costumbres que estaban tan arraigadas en nuestra cultura como saludar de beso, abrazar a seres queridos y asistir a eventos sociales masivos fueron suspendidas abruptamente tras la llegada del covid-19 y es difícil saber en cuánto tiempo volverán o si, efectivamente, lo harán algún día.
El doctor en Sociología Carlos Livacic Rojas, manifestó a que "si las cosas se extreman, es probable que incluso las parejas dejen atrás la costumbre de caminar de la mano o que lo hagan sólo usando guantes". Incluso, añadió que "puede que en algunos aspectos también volvamos a hacer cosas a la antigua, a esos tiempos en que los pololos se juntaban en el living de la casa y se sentaban uno frente a otro, a metros de distancia".
De adoptarse cambios de este tipo a escala íntima, con mayor razón se acogerán a escala colectiva. Así, Livacic cree que podríamos acostumbrarnos al -actualmente correcto- saludar sin tocar al otro, a tener compañeros de curso separados por cubículos, a los acrílicos que nos separen de los dependientes en tiendas, a hacer filas en todo para evitar multitudes en lugares cerrados, a los encuentros sociales con números reducidos de personas, a restoranes con mesas muy separadas y a los juegos infantiles sin contacto físico, entre muchas otras cosas.
Alivio para algunos
La siquiatra de Clínica Meds, Pilar del Río, comentó que los cambios en las relaciones que dejará la pandemia van a ser muy difíciles para la mayoría de las personas, puesto que "nuestro cerebro está programado para el contacto y el apego y aunque hay muchas maneras de formar apego una de las más directas es el contacto físico".
Debido a esto, la profesional afirmó que "podría pasar que la gente se sintiera más asustada y sola en general, y que se activen más los mecanismos de supervivencia, porque como especie vamos a sentir que estamos más desprotegidos si es que no estamos todos juntos".
No obstante, Del Río aseguró que va a haber un gran grupo de chilenos que van a sentirse más cómodos con estos cambios: los ansiosos. De acuerdo a la experta, "en Chile la enfermedad de salud mental más frecuente son los trastornos de ansiedad y entre ellos las fobias como la fobia social y las crisis de pánico, entonces hay muchas personas que se sienten aliviadas con esto de no tener contacto con otros, incluido el contacto físico, pero sobre todo el no tener que salir. En Chile la prevalencia de este trastorno es muy alta, mucho más que la depresión".
De hecho, cifras entregadas a fines del año pasado por la ONG Mente Sana estiman que cerca de un millón de personas sufre de ansiedad en este país. Y números similares ha arrojado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Hay personas que se sienten aliviadas con esto de no tener contacto con otros, incluido el contacto físico, pero sobre todo el no tener que salir".
Pilar del Río,, siquiatra de Clínica Meds