La matanza de Plaza Colón vista desde la obra de Manuel Durán
A 115 años de la represión que terminó con decenas de trabajadores muertos en pleno centro de Antofagasta, ayer se expuso la obra "Una plaza para la muerte", del poeta antofagastino, que en 1971 se transmitió como radioteatro y que fue parte del inicio de las actividades de "Matanza en tu Plaza".
El sonido es de balazos, gritos confusos, una muchedumbre. Y el locutor habla. "La geografía social de Chile tiene muchos caminos con esos gritos, con ese ruido de muerte; con sangre, con brazos abiertos de obreros que se quedaron cara al cielo, arañando la dulce y maldita pregunta: ¿Pero, qué hemos hecho?… ¿Pero, qué hemos hecho?".
Ese es parte del inicio de "Una plaza para la muerte", obra que escribió el poeta antofagastino Manuel Durán Díaz y que en forma de radioteatro sonó por las ondas de la Radio Universidad Técnica del Estado (UTE) y Cooperativa de Antofagasta, en 1971. En la hora y media que dura la pieza, se representa la matanza ocurrida en la Plaza Colón en 1906, cuando decenas de obreros del ferrocarril murieron acribillados durante la huelga en la que pedían media hora más de descanso.
La obra tuvo la locución de Raúl Olivares, y actuaron América Romero, Luis Ross y Jorge Navea, contando con los relatos de Juan Martínez y Rigoberto Vega. Ayer, medio siglo después, el rescatado radioteatro volvió a escucharse como parte del ciclo de "Matanza en tu plaza", que cada año recuerda los hechos de 1906. Debido a la pandemia, el radioteatro se presentó de forma online (y está disponible en Youtube), y hoy se presenta una obra teatral (ver recuadro).
En 2019, Pampa Negra Ediciones hizo una reedición de la obra de Durán más un CD, con el propósito de contextualizarlo, cuenta el editor Camilo Araya. "La reedición tiene como propósito dar a conocer una valiosa pieza de la literatura nortina, el radioteatro sobre la masacre obrera de la Plaza Colón escrito por Manuel Durán Díaz, tremendo escritor que hasta ahora no ha sido justamente reconocido, quién se basó en relatos que todavía circulaban de sobrevivientes de la época", dice.
De hecho, en los pasajes del radioteatro hay elementos de ficción e incluso ocupando el nombre de familiares o hijos para los personajes. El libro, explica Araya, contribuye a la memoria de lo ocurrido desde el mundo de la creación literaria.
Memoria obrera
Y en ese sentido, no solo se rescató el texto original contextualizado (se cuenta cómo fue el día en que se transmitió, el 1 de Mayo del 71, durante la conmemoración del Día del Trabajador), sino también la portada original, ilustración de Jorge Tarbuskovic. "Todo esto emitido un primero de mayo de la Unidad Popular, con un tremendo despliegue teatral, de técnicos, solidarios/as que la hicieron posible, éxito al punto de ser solicitado por radios de otras ciudades. La reedición, de la cual pronto estará disponible un nuevo tiraje, fue acompañada de dos textos de presentación y documentos que contextualizan su aporte a la memoria de esta huelga y su trágico desenlace, documento que esperamos sea utilizado para nuevas transmisiones, interpretaciones, de esta obra". En febrero y marzo se intentará reimprimir, explica.
"Rescatar la memoria de algo que rescata memoria me parece no solamente interesante y valioso, sino que también útil para la comunidad", dice Alberto Olguín, nieto del poeta Durán y quien escribió el prólogo de la edición de 2019. La matanza de la Plaza Colón, continúa, no fue tema para los antofagastinos durante décadas hasta que los movimientos artísticos después de los 50 fueron retomando esa mirada a lo que había ocurrido. Y cuando llegó la dictadura militar, nuevamente hubo un silencio en lo que se refiere a recordar el 6 de febrero de manera formal, incluso años después de llegada la democracia.
"Hoy día hay agrupaciones de rescate de memoria, gente de manera individual y agrupaciones artísticas que están haciendo este rescate y eso me parece valioso (…) para rescatar un hecho de principios de siglo que afectó y marcó a toda una generación, y de alguna manera sigue siendo el espejo de lo que hasta hoy día somos", enfatiza el nieto de Manuel Durán Díaz, quien también escribió "Inauguración de la tierra" (1942) o "Tierra de madrugada" (1947), además de hacer carrera en el periodismo local, primero en "El Abecé" y posteriormente en "El Mercurio de Antofagasta" y "La Estrella del Norte".