Investigan impacto de variantes del SARS-CoV-2 en población migrante
En el Laboratorio de Genómica de la UA analizarán muestras de personas de las regiones de Arica y Parinacota y Antofagasta, para fortalecer la vigilancia de este tipo de mutaciones.
Según el Informe Epidemiológico que elabora el Ministerio de Salud, hasta el pasado 27 de junio 9.117 migrantes con residencia en la Región de Antofagasta se habían contagiado con el virus SARS-CoV-2, el segundo mayor registro del país después de la Metropolitana.
No obstante, dicho informe -el más reciente con el detalle de contagios en este tipo de población- no da a conocer cuál de las variantes del coronavirus son las que predominan en los ciudadanos extranjeros,
Dicha información tampoco la detalla el Informe Epidemiológico de Vigilancia Genómica que fue publicado el pasado 13 de agosto, en el cual el Minsal sólo revela el número de personas contagiadas de la región que han dado positivo para alguna de las variantes del coronavirus -siendo la Gamma (brasileña) la predominante con 146 casos acumulados- pero no se entrega mayores datos sobre la edad o la nacionalidad de dichos pacientes.
¿Qué es la vigilancia y secuenciación genómica?
En ese escenario es que la Universidad de Antofagasta (UA) anunció un estudio en conjunto con el Instituto de Salud Pública (ISP) para efectuar la vigilancia genómica del virus SARS-CoV-2 en la Región de Antofagasta, pero también en la de Arica y Parinacota.
La vigilancia genómica es una estrategia en la cual trabajan científicos para descifrar el material genético del virus (el ARN), un proceso que se conoce como genoma (un mapa genético, en este caso del SARS-CoV-2).
Cuando una persona se contagia de coronavirus, el patógeno infectará a las células por todo el cuerpo humano para replicarse y de alguna forma "sobrevivir" (entre comillas porque el consenso científico es que los virus no son seres vivos), para lo cual también expulsará las copias del mismo a través de las vías respiratorias y así seguir replicándose en varios anfitriones.
Pero a veces esas copias del virus resultan con un error, un cambio en su estructura genética, que corresponde a una mutación. Estos errores pueden resultar beneficiosos ya que el patógeno podría ser menos resistente que la cepa original o bien, en el peor de los casos, más resistente o contagioso.
Cuando esas copias con errores del virus ocurren a gran escala, o sea, cuando hay más contagiados con esa mutación del material genético original del coronavirus, entonces se trata de una variante.
Para detectarlas es necesaria la secuenciación del patógeno y así descifrar su información, la que dirá qué tipo de mutación es la que contrajo el paciente.
Anteriormente el peso de esa vigilancia y secuenciación del genoma recaía únicamente el Instituto de Salud Pública (ISP) en Santiago, pero ahora se sumaron varios laboratorios de universidades para apoyar y mejorar la búsqueda de las variantes, entre ellas la UA.
Estudio
Volviendo al estudio que anunció la casa de estudios superiores, éste consistirá en tomar muestras a 500 personas de ambas regiones y que han tenido la enfermedad de Covid-19, testeos que serán analizados en el Laboratorio de Genómica Molecular de la UA y así pesquisar posibles variantes del coronavirus.
El objetivo es identificar las mutaciones que pueden influir en la contagiosidad, transmisión, la respuesta a las vacunas, características de los casos, todo ello para fortalecer la vigilancia genómica de la zona.
El estudio también buscará recolectar datos con encuestas socio demográficas para saber el contexto social, económico, de salud y territorial de los ciudadanos migrantes que han arribado durante el último tiempo.
La idea, según explica uno de los investigadores del proyecto, el doctor Alejandro Bustos, es hacer más fácil la pesquisa de cómo el virus se ha diseminado y su relación con la movilidad de la población migrante.
En otras palabras, se buscará responder si los ciudadanos extranjeros ingresaron al país con alguna de las variantes del coronavirus o si es que la contranjeros ya dentro de Chile.
"Se extraerán muestras a la población migrante que ingresa a Arica y a Antofagasta identificar casos y realizar una secuenciación genómica del virus. La hipótesis a dilucidar es si los migrantes ingresaron con las nuevas variantes, o ellos se contagiaron en Chile. Lamentablemente las pandemias son así, se transmiten entre los seres humanos independiente de nacionalidades o culturas", explica el investigador.
Este proyecto también es parte de una a mayor escala que se está realizando en todo el continente, por parte del Centro de Control de Enfermedades de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Si bien anteriormente el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UA creó hace un tiempo la Unidad de Estudios en Migración e Interculturalidad, no se habían abordado investigaciones de este tipo que tienen que ver con el riesgo de contagios en dicha población y si está relacionado con las variantes.
"La antropología por sí misma no puede determinar si la población en movimiento genera riesgos de contagios. Es la Epidemiología, la ciencia que, con su enfoque interdisciplinario, la que puede abordar las condiciones de salud de una población. La población migrante, no necesariamente es transmisora de virus, sino que ella misma también pueden ser contagiada por la población local residente", enfatiza el doctor Alejandro Bustos.