Padres y corresponsabilidad
Las actuales condiciones sanitarias nos han llevado como sociedad a adoptar grandes periodos de confinamientos social, principalmente en nuestros hogares, obligándonos a reducir nuestro radio de acción social, laboral y educativo. Nuestro hogar pasó de ser un espacio seguro, de descanso y contención, a convertirse en una amalgama de tareas y deberes en las que confluyen las obligaciones actuales del trabajo online, los quehaceres del hogar (cocinar, limpiar, ordenar), las tareas educativas, como también el cuidado y la crianza de nuestros niños. Históricamente la distribución de tareas y roles al interior del hogar se ha caracterizado por una asignación rígida en las cuales "Padre y madre, hombre y mujer, están compartiendo progresivamente ámbitos que históricamente habían sido espacios exclusivos de uno u otro" (Lathrop Gómez, 2009). El rol proveedor (hombre) y crianza (mujer), ha fomentado un modelo, permeando la noción de parentalidad y permitiendo a una de estas figuras, generalmente en roles de proveedor, desligarse de tareas de crianza y el hogar. Como contraparte ahora emerge la noción de corresponsabilidad parental, donde hay participación equitativa y permanente de ambos padres.