Coro de niños fisurados se lució con villancicos en el Hospital Regional
Menores son pacientes de la Unidad de Fisurados del recinto clínico. Cada año se reportan más de 30 casos de esta condición, cuyo tratamiento considera incluso hasta siete cirugías.
Colores, muchos colores, todo el ambiente navideño y alegría a través de la música, son los elementos que cambiaron la rutina del día a día del hall del Hospital Regional de Antofagasta (HRA).
Ahí, entre medio de los pasillos que diariamente reciben a cientos de pacientes, el coro de niños cantaba con mucho entusiasmo los clásicos villancicos como "Rodolfo el Reno", "Los Peces en el Río" y "El Burrito Sabanero".
El coro compuesto por los pequeños de la Asociación de Niños con Fisura de Labios Palatina "Sonrisas del Norte" presentó este regalo a la comunidad.
"Creo que los niños se han integrado súper bien y lo más importante es la participación de ellos. El socializar para los niños es primordial para generar nuevos lazos y tener nuevas experiencias, el canto y la música son algo muy divertido para ellos", comenta el director del coro, Gustavo Ramírez.
Los niños que conforman esta agrupación son pacientes que se han tratado en el HRA. El jefe de la Unidad de Fisurados del recinto clínico, el cirujano Michel Marín, señala que "en una fecha como la Navidad que llama a la paz y la unidad, son los conceptos que en la unidad también transmitimos. Conocemos a la familias desde que los niños nacen y continuamos con ellos hasta grande. Se ha preparado esto para toda la comunidad y que sientan la alegría de los niños ya recuperados".
El especialista agrega que cada año en Antofagasta llegan 35 casos nuevos de niños con labio leporino, los que requieren más de una cirugía, a veces hasta tres. "Siempre se realiza la cirugía del paladar que es la más estándar, pero también hay de las cuerdas vocales, dentales. Habitualmente el niño muchas veces para terminar su desarrollo a los 15 años pasan en promedio hasta cinco o siete cirugías".
Maura Alcívar es la psicóloga de la unidad y explica que los niños reciben un tratamiento a largo plazo, y por lo tanto "nosotros los acompañamos durante mucho tiempo y estas instancias de la Navidad, que no pudimos celebrarla igual en 2020 por la pandemia, hoy con todas las normas sanitarias lo quisimos hacer. La idea es que el hospital también sea visto como parte de su historia, su biografía y eso los hace ser más adherente a todos los tratamientos".
"A medida que ellos van creciendo se sienten protagonistas de su tratamiento y de que la fisura es nada más que eso, un evento en sus vidas que los ha hecho tener desafíos y ser mucho más resilientes y optimistas, además de usar todas sus potencialidades como todos los niños", agrega la profesional.
Experiencias
"Esta es una gran muestra de la integración social que pueden lograr los niños. Esto es muy bonito porque ellos son niños normales iguales que cualquier otro, que cantan, bailan y ríen… esto les levanta el ánimo a los niños y eso es lo más importante. Mi sobrina ya lleva nueve años como paciente y con varias operaciones ya se encuentra completamente recuperada", comenta además Patricia Aguirre, tía de una de las integrantes del coro.
De similar opinión es Sergio Silva, padre de una niña de tres años que desde que nació ha debido ser operada en tres oportunidades. "Hoy en día ya ella puede hablar bien. Lo importante de esto es que los niños se desarrollen en distintos ámbitos. La atención de la fundación y del hospital ha sido excelente. Nos han brindado todo el apoyo que las familias necesitan", dijo.
La actividad fue coordinada entre la asociación, el HRA y la empresa ISS y además los niños y niñas recibieron varios obsequios.
Hay que recordar que el labio leporino consiste en una apertura o división del labio superior y que es causada por un desarrollo facial incompleto durante la gestación.
"A medida que van creciendo se sienten protagonistas de su tratamiento y que la fisura es nada más que un evento en sus vidas"
Maura Alcívar, psicóloga de la Unidad de Fisurados del HRA