Tocaron el cielo: jóvenes alcanzaron la cumbre del Ojos del Salado
Tres integrantes del Club Sokol, más dos acompañantes, cumplieron su meta de llegar a la cumbre del volcán activo más alto del planeta.
Ricardo Muñoz Espinoza
Realmente era una prueba sólo para los más valientes y pese a la adversidad de enfrentarse cara a cara con la naturaleza, el grupo de tres jóvenes de la rama de montañismo del Club Sokol y de la Asociación de Andinismo de Antofagasta, más dos invitados, llegaron a la cumbre del Nevado Ojos del Salado, que con sus 6.893 metros sobre el nivel del mar es el volcán activo más alto del planeta.
La travesía de los jóvenes de Calama e integrantes del club Felipe Carrazana, Francisco Berríos y Diego Carrazana, más los invitados Johan Herrera, también de Calama y Andrés Morelli de Santiago comenzó a escribir una página de la historia el 4 de enero.
Ese día salieron desde Calama hacia Copiapó, la ciudad más cercana a la montaña ubicada justo entre la frontera de Chile y Argentina.
Al día siguiente la expedición llegó hasta la Laguna Santa Rosa (a 3.500 msnm), en donde los jóvenes del club se reunieron con sus acompañantes, conformando el grupo de la cordada, por lo que a la siguiente jornada ascendieron a los 5.300 msnm al Refugio de Atacama para aclimatarse a las condiciones extremas de altitud.
La travesía como tal hacia el ascenso directo hasta el cráter y cumbre del Ojos del Salado inició a la 1:30 de la madrugada del 8 de enero. A esa hora los montañistas desayunaron y prepararon todo para la caminata que se inició a las 4:00 desde Campos Tejos.
"Fue una experiencia bastante extrema y emotiva porque ya habíamos ido en otras oportunidades sin lograr el objetivo, por lo cual había una gran expectación para poder ir. Además, nosotros teníamos que haber ido en octubre y teníamos planificado el ascenso, pero no pudimos en esa oportunidad por un tema climático porque había mucho viento".
La montaña fue un tremendo desafío: la expedición tuvo que batallar fuertemente contra las condiciones de altura, material volcánico suelto en el lugar, y la presencia de la nieve a medida que más se acercaban al cráter.
Para ello tuvieron que utilizar crampones (dispositivo metálico que se instala en la suela de las botas para así adherirse mejor al terreno) prácticamente en toda la caminata. Pero la unión entre los compañeros, la perseverancia y la experiencia les permitió continuar y acercarse cada vez más a la cumbre.
Finalmente, el último tramo fue el más exigente ya que se debe llegar hasta la cumbre, pero escalando grandes rocas mediante el apoyo de cuerdas.
Así, la meta la cumplieron a las 15:00, es decir 11 horas continúas de travesía en el ascenso.
"Ahí estuvimos 45 minutos y a las cuatro la tarde bajamos, llegando al Campo Tejos a las 19:00, con la luz justa del día. Desde el cráter a la cumbre fue muy, muy extenuante por la nieve y dabas dos pasos y te enterrabas hasta la rodilla, entonces había que hacer más esfuerzos y a esa altura costaba recuperar el aliento. El último tramo, donde hay que escalar, hay que trepar por las rocas donde también el esfuerzo es enorme", agrega Diego.
De esta manera el equipo hizo historia, pero ahí no se detienen porque ya tienen en la mente el Aconcagua, la cumbre más alta de Sudamérica y el volcán Llullaillaco, el segundo volcán activo más alto del mundo.
El grupo agradeció a la Corporación Municipal de Deportes de Calama por la logística, South Mountain por la implementación y Radio Club Loa por el apoyo vía comunicaciones radiales, pero por sobre todo a sus familias.
"Desde el cráter hasta la cumbre fue muy, muy extenuante: dabas dos pasos y te enterrabas hasta la rodilla".
Diego Carrazana del club Sokol y parte del equipo
6.893 metros sobre el nivel del mar es la altura del Ojos del Salado, el volcán más alto del mundo.
11 horas se extendió el ascenso hasta la cumbre, primero en caminata y luego escalada.
rmunoze@estrellanorte.cl