El uso excesivo de redes sociales está ligado a una mala salud física
Quienes reconocieron pasar mucho tiempo en estas plataformas resultaron tener mayores niveles de un marcador biológico que predice diabetes.
N.E.
EEl uso excesivo de redes sociales está relacionado con indicadores biológicos y psicológicos asociados con una mala salud física entre universitarios, según los resultados de un nuevo estudio realizado por un investigador de la Universidad de Buffalo.
Se descubrió que los participantes de la investigación que usaban las redes sociales en exceso tenían niveles más altos de proteína C reactiva (PCR), un marcador biológico de inflamación crónica que predice diabetes, ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Además, los resultados sugieren que un mayor uso de redes sociales también está ligado a síntomas somáticos, como dolores de cabeza, de pecho y de espalda, e idas más frecuentes a médicos para tratar enfermedades.
"El uso de las redes sociales se ha convertido en una parte integral de la vida cotidiana de muchos adultos jóvenes", dijo el doctor David Lee, primer autor del artículo. "Es fundamental que entendamos cómo el compromiso en estas plataformas contribuye a la salud física".
Nueva área de estudio
Durante décadas se ha estudiado cómo la participación en las redes sociales se relaciona con la salud mental de los usuarios, pero sus efectos en la salud física no se han visto a fondo. Encuestas recientes indican que el uso de las redes sociales es especialmente alto en la adolescencia tardía y principios de los 20, una población que pasa unas seis horas al día enviando mensajes de texto o en redes sociales. Y aunque algunos estudios han hallado lazos entre el uso de redes sociales y la salud física, esa investigación se basó en el autoinforme o el uso de sólo una plataforma. "Ampliamos el trabajo previo al examinar cómo el uso de varias redes sociales se asocia con los resultados de salud física medidos con medidas biológicas, conductuales y de autoinforme", añadió Lee.
Los investigadores reclutaron a 251 universitarios de 18 a 24 años. Se recolectaron muestras de sangre y los participantes también completaron cuestionarios sobre salud física y uso de Facebook, Twitter, Snapchat e Instagram, las redes sociales más populares en el momento en que se recopilaron los datos (2017).