"Aquí hemos vivido tantas cosas hermosas que están relacionadas con nuestro oficio, (...) con nuestra vida"
El pasado viernes se entregó el Teatro Pedro de la Barra para su remodelación.
Redacción/Fabiola Vega M. - Cultura & Espectáculos
Raúl Rocco, actor y director de la compañía de Teatro de la Universidad de Antofagasta entregó el pasado viernes el Teatro Pedro de la Barra a la empresa encargada de hacer la remodelación al lugar . Serán dos años de trabajo para transformar el antiguo teatro en uno nuevo, con todas las comodidades de un escenario moderno.
Es así que en los últimos días realizó un recorrido del lugar para rescatar los objetos de valor, fotos antiguas, vestuario, las viejas máscaras y los históricos afiches de las cientos de obras que han pasado por sus tablas.
¿Qué significado tiene para usted el Teatro Pedro de la Barra?
Mi hogar. Para mí significa toda una vida. Yo cuando egresé de la carrera de Castellano, en lugar de ponerme a hacer clases, me dediqué al teatro y puse toda mi alma y espíritu a disposición de la compañía. Entonces es lo que he hecho desde que empecé a trabajar, y eso me marcó.
¿Qué rol ha tenido este teatro en el desarrollo de las artes escénicas en el norte?
Siempre he pensado que esta compañía es la piedra angular del movimiento teatral del norte. Puede parecer pedante, pero todo lo que significa acción teatral está conectado a la historia de esta compañía. A esa suerte que tuvimos en que don Pedro de la Barra se interesara en esta semilla que comenzó a crecer aquí el año 1962, y decidiera afincarse acá y profesionalizar esta actividad, darle herramientas firmes para que el movimiento tomara fuerza. Pedro de la Barra dejó un legado enorme en gente como Teresa Ramos y Ángel Lattus, que fueron sus discípulos directos y que han traspasado toda la mística y conocimientos del maestro a las generaciones que siguieron, entre ellas la mía
¿Qué grandes hitos recuerda en estas seis décadas?
Hay hitos iniciales, como cuando Pedro de la Barra hizo los primeros montajes masivos el año 1965 e incorporó al coro y la orquesta, con una cantidad enorme de gente trabajando. Están también los montajes de las inserciones que comenzó a hacer Ángel Lattus en los años 70 junto a Teresa Ramos; y después, de los 80, que es la historia que yo viví, destaco la obra Orquesta de Señoritas, que fue muy aplaudida a nivel nacional e internacional. Y más adelante, en los 90, esta fusión que hicimos con las novelas de Hernán Rivera Letelier y que comenzó con La Reina Isabel Cantaba Rancheras, que así como fue la novela que lanzó al estrellato como escritor a Hernán, a nosotros también nos hizo muy conocidos.
Un nuevo Pedro de la Barra implica un renacimiento del teatro en Antofagasta?
Yo viví desde el año 80 toda la evolución que tuvo el teatro, en dictadura, en democracia luego, y todo ese desarrollo que tuvo a través de la evolución social que hubo en el país y el mundo. Y yo podría decir que hemos evolucionado bastante bien. Antofagasta es una de las cuatro ciudades culturales más importantes de Chile, siempre ha habido cultura acá, movimientos grandes, grandes artistas, grandes escritores, grandes músicos; entonces hay movimiento, hay acción cultural artística en Antofagasta desde siempre.
¿En lo íntimo, cómo se despide de este espacio?
Afortunadamente tuve la oportunidad de estar en todo el proceso de embalaje de la mudanza y creo que ha sido terapéutico. Otros colegas que no han estado acá y han venido a buscar cosas, entran al teatro, lo ven desnudo y quedan impactados. Yo siempre recuerdo que mi mamá, cuando mi papá falleció, se mantuvo muy firme, y después me explicó que ella lo había llorado durante toda la semana que estuvo en agonía. Creo que algo similar me ha pasado a mí en estas dos semanas intensas que hemos tenido, de ir desprendiéndonos de las cosas. Eso me ha servido, he ido dosificando esa pena que le genera a uno despedirse de algo que quiere tanto. Así que estoy bastante firme, creo. Estoy asumido, pero además consciente que no es que nos vamos a ir y esto se va a demoler, sino que va a renacer. Eso es motivante, y bonito.