Diego Gotelli C.
Un ascensor lleno de tierra, restos de puerta en los pasillos del edificio y vidrios rotos en la vereda fueron algunos de los vestigios que quedaban ayer del violento ataque que afectó el martes a un departamento de Santiago y a su dueño, el que sufrió una golpiza cuando una turba irrumpió y destruyó su vivienda.
Fue cerca de las 18:30 horas cuando decenas de personas entraron a la fuerza al edificio de Alameda 776 y corrieron hasta un departamento del quinto piso, al que le rompieron su puerta para entrar.
Al interior se encontraba Claudio Pacheco, dueño de la propiedad quien afirma había llegado cinco minutos antes y se vio sorprendido cuando estima que unas 60 personas irrumpiron a su hogar, destruyendo sus bienes y lanzando algunos muebles por las ventanas hacia la calle.
"No lo pude evitar porque eran muchos", relató ayer a los medios el afectado, quien durante el ataque fue golpeado por la turba, agresiones que luego continuaron en el primer nivel del edificio.
"Los tipos con una violencia extrema me golpearon, me patearon y no me pude defender", narró el hombre con visibles heridas en su rostro resultado de la golpiza.
De acuerdo a versiones de testigos, el ataque se habría producido después que personas desde ese balcón sostuvieran una discusión con manifestantes que circulaban por el frontis, en medio de la conmemoración del Día del Joven Combatiente.
Pacheco cónto que en su departamento está alojando a dos conocidos para "hacerles un favor", quienes estaban dentro del departamento antes de que él arribara.
Vecinos señalaron ayer a la prensa que la discusión partió por insultos proferidos por estas personas contra los manifestantes, algunos de los cuales afirman haberlos visto exhibiendo sus genitales e incluso orinando hacia la calle.
"El conserje salió y le dijo que por favor dejara de molestarlos (a los manifestantes) para que no vinieran, pero la persona no entendió", contó una residente del edificio.
En la discusión desde el exterior comenzaron a lanzar piedras contra el edificio, de las cuales al menos cuatro impactaron las ventanas de un departamento del nivel tres, cuya propietaria, una adulta mayor, se escondió en la cocina para evitar ser herida.
Tras ello la turba irrumpió, amenazando a quienes se le cruzaran por su paso.
"Eran puros cabros chicos. Me amenazaron con un cuchillo y cuando me puse a llorar el mismo niño que me había amenazado me dice 'tranquila tía, a usted no le vamos a hacer nada'", narró otra residente en radio Bio-Bio.
Condena transversal
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, repudió el ataque y dijo que el Gobierno se querellará contra quienes resulten responsables. "Es un hecho gravísimo", afirmó.
Misma acción penal anunció el municipio de Santiago, cuya alcaldesa Irací Hassler enfatizó que "nada justifica" el actuar de la turba. "Esto no debe quedar en la impunidad", dijo, junto con pedir más seguridad en sus barrios.
Lo ocurrido generó una condena transversal en el ámbito político. El gobernador metropolitano Claudio Orrego pidió a la Fiscalía "castigar a estos infelices"; el excandidato del PC, Daniel Jadue, instó a "no dar espacio" a estos ataques; y el senador republicano Rojo Edwards criticó al Presidente Gabriel Boric por su "indolencia" al no pronunciarse por lo ocurrido.
Hasta ayer el mandatario no comentaba el ataque. Por la tarde publicó imágenes de su visita al memorial de los profesores asesinados en dictadura en el caso degollados. "No olvidaremos jamás que es por y gracias a su lucha que hoy estamos aquí", tuiteó.
Bajaron disturbios
El ataque al departamento fue parte de los 78 hechos de violencia que se produjeron en el Día del Joven Combatiente, de acuerdo a un balance policial hecho ayer. Estos dejaron 55 personas detenidas, ninguna de ellas por lo ocurrido en la vivienda.
El subsecretario Monsalve destacó que la cifra de disturbios bajó a la mitad respecto a igual jornada del año pasado, y valoró que entre los cinco uniformados heridos en los operativos no hubiera ninguno en riesgo vital. Pese a ello, consideró "inaceptable" las agresiones a policías y condenó especialmente un ataque y saqueo registrado en el municipio de San Bernardo.