Bomberos

Señor director:

"Hola... ¿podría cooperar con Bomberos?" ¿Han escuchado esta frase en alguna parte? ¿Y qué han hecho, voltear la cara o hacen como que no los ven? Pero están ahí, en la feria, en los paseos peatonales (Prat con Matta), etc,. con sus uniformes puestos y soportando estoicamente su indiferencia y no transando en su empeño de recolectar algún dinero, para así poder pagar la mantención o compra de sus equipos. Equipos con los cuales prestan en forma gratuita y sin distingo de clases sociales o nacionalidad, sus invaluables servicios arriesgando hasta sus vidas, como ha acontecido últimamente en el sur de nuestro país, donde mujeres y hombres luchan codo a codo y sin descanso para salvar vidas y bienes del prójimo, sin esperar recompensa alguna, solo la satisfacción enorme del deber cumplido.

Hombres y mujeres del honorable Cuerpo de Bomberos de Chile, permítanme aplaudirlos fervorosamente, rogando que encuentren el eco tan ansiado a sus solicitudes y tanto la ciudadanía como nuestros gobernantes estrechen filas con ustedes y puedan satisfacer todas sus necesidades.

Roguemos a nuestro Dios, para que al término de esta ardua tarea a la cual están encomendados puedan regresar a sus hogares sanos y salvos, todos y cada uno de ustedes.

Y cuando mis compatriotas escuchen la frase "¿puede cooperar con Bomberos por favor?", no trepiden en hacer su donativo y les digan ¡Gracias Bomberos de Chile... Muchas gracias!

Luis Flores

Seguridad

Señor director:

La seguridad interna del país es tarea de todos. No solamente debe estar en manos de las policías y el ciudadano común. Quienes tienen que tomar medidas de resguardo a sus intereses y de la comunidad son las grandes empresas, consorcios, bancos etc., pues tienen los medios para hacerlo. Siempre he pensado que a los organismos nombrados les da lo mismo que asalten a sus empresas y les roben, pues están casi todos asegurados. El ejemplo más claro se refleja en los asaltos a bancos. Los asaltan una y otra vez y las medidas de seguridad y protección siguen siendo las mismas: unos vigilantes privados que están más solos que "Toribio el náufrago" y que si hacen uso de sus armas y le hacen daño al pobre asaltante se van detenidos.

Jorge Valenzuela Araya