Natividad Espinoza R.

A veces, ni siquiera seguir al pie de la letra las instrucciones de lavado de una prenda de vestir asegura que ésta no se encogerá con el lavado o secado en máquinas. Eso bien lo saben los expertos.

Es el caso de la diseñadora de vestuario de Inacap Francisca Pinto, quien aseguró que esto sucede porque a veces la información plasmada en las etiquetas -como la composición de una prenda- no es fiel a la realidad.

Sin embargo, la experta dijo que cuando un chaleco sale de la lavadora o secadora habiendo perdido una o dos tallas no está todo perdido, ya que hay técnicas devuelven la ropa a su tamaño original.

"En mi experiencia, la más efectiva es mezclar 100 ml de champú, 100 ml de acondicionador y 100 ml de jabón líquido y luego verter la mezcla en medio litro de agua. Por supuesto, si se trata de una prenda muy grande se pueden doblar las cantidades de los ingredientes. Luego, se sumerge la prenda encogida en una palangana con la mezcla durante una hora, para dar tiempo a que las fibras se expandan", dijo Pinto.

Pasado ese tiempo, la diseñadora explicó que hay que extender la prenda sobre una toalla, luego enrollarla e ir presionando para que la misma absorba el exceso de agua. Ya un poco escurrida, la ropa encogida se pone sobre otra toalla, pero seca, y se estira lo más posible. Luego, dijo la profesional, "se seca al sol".

Por supuesto, la prenda recuperada no debe volver a ponerse en la lavadora o secadora.

Esta técnica es efectiva con ropa de fibras naturales, como lana, lino y algodón, aunque también sirve con algunas que tienen un porcentaje de poliéster.