Exactos once días transcurrieron desde que los padres de Raúl Orlando González Ávalos, habían decidido realizar una mantención en el calefón de su hogar.

Pensaron que la revisión realizada por el gásfiter les daba la tranquilidad necesaria para utilizar el aparato sin ninguna preocupación.

Sin embargo, algo salió mal y se desató una verdadera tragedia al interior de la vivienda ubicada en Cerro Jardín, donde estaba el joven junto a su madre.

El dueño de casa intentó comunicarse con su mujer y su hijo de forma infructuosa durante toda la tarde, lo que encendió de inmediato las alarmas.

Se encontraba en su trabajo y en cuanto pudo fue a su hogar para verificar qué estaba sucediendo.

Al ingresar sintió un fuerte olor a gas lo que lo preocupó de inmediato. La pesadilla comenzó cuando ingresó al baño.

Encontró al interior de la tina a su hijo de 28 años y a su lado a su esposa. Ninguno respondía a sus llamados por lo que pidió auxilio.

Fueron sus vecinos quienes rápidamente y conscientes que estaban contra reloj, decidieron trasladarlos en un vehículo particular hasta el Servicio de Urgencias del Hospital Carlos Cisternas.

A pesar de la rapidez con que actuaron ya era demasiado tarde para Raúl, quien ingresó fallecido al recinto asistencial. Su madre a pesar de verse afectada por los gases tóxicos, luego de ser estabilizada, fue dada de alta.

El jefe de familia consternado por lo sucedido, realizó la denuncia con personal de Carabineros, quienes llegaron de inmediato a su domicilio.

Relató lo que había ocurrido. El fiscal de turno determinó que personal de Labocar de Antofagasta investigara el hecho, donde una persona falleció presumiblemente por la inhalación de monóxido de carbono.

Con el correr de los minutos el dueño de casa informó al personal sobre la mantención que se había realizado, la se presume, no se efectúo de la forma correcta.

Entre la información preliminar que se conoce sobre lo sucedido, no se descarta que el cañón del calefón haya estado tapado, sin descartarse una falencia en la mantención que se había realizado.

Los antecedentes que se pudieron recopilar y la información sobre la visita de un gásfiter, provocó la decisión de detener al hombre por su presunta responsabilidad en lo ocurrido.

Sin embargo, finalmente quedó apercibido y a la espera de citación. Esto, mientras la investigación permite determinar si tuvo algún grado de responsabilidad en el hecho.

Los antecedentes se encuentran en manos de la Fiscalía, que será la encargada de establecer qué fue lo que ocurrió al interior de la vivienda de Cerro Jardín.

El cuerpo del joven hincha de Cobreloa fue entregado a sus padres, quienes profundamente afectados por lo sucedido, deberán entregarle el último adiós a su hijo. J

Aunque la información inicial da cuenta de una posible falencia en la reparación de un calefón, será la investigación la que deberá establecer si efectivamente fue el trabajo realizado por el gásfiter el que provocó la tragedia o si existió alguna manipulación posterior que dejará el aparato en malas condiciones.

Pesar existió en el mundo del fútbol, puesto que se trataba de un conocido y querido hincha de Cobreloa. Recorrió varios kilómetros del país alentando al club de sus amores. Su último mensaje en Facebook fue dedicado a los zorros,

Redacción