Son varios los establecimientos educacionales que se han convertido en víctimas de la delincuencia en las últimas semanas.

Delincuentes que ingresan a jardines, escuelas y liceos en busca de especies de valor y fácil reducción en el mercado informal.

Ilícito que tienen verdaderas repercusiones sociales, puesto que afecta a niños muchas veces vulnerables.

En esta oportunidad la unidad educativa que se vio afectada por los robos fue el Colegio Río Loa, ubicado en el sector poniente de Calama.

Comenzaban la jornada cuando se percataron que durante la noche ingresaron desconocidos a sus dependencias.

Una de las salas estaba abiertas y con claros signos de haber sido totalmente registrada.

Al revisar el lugar, pudieron confirmar que ladrones ingresaron durante la ausencia de personal.

Se llevaron un total de 30 tablets que eran utilizadas durante las clases por sus estudiantes.

Lamentablemente no existen sistemas de seguridad que impidieran o registraran el episodio.

Se comunicaron con personal de Carabineros, quienes adoptaron el procedimiento tras escuchar el relato de la inspectora del establecimiento.

En total el avalúo es cercano a los dos millones de pesos tras la sustracción de estos equipos tecnológicos.

Carabineros ha reforzado el trabajo en conjunto con los establecimientos, sin embargo es clave que las autoridades de educación tomen medidas para controlar estos delitos.

Redacción - La Estrella del Loa

Comenzó como todos los días su jornada laboral y dejó a su pequeña hija al cuidado de su madre en su vivienda en el sector poniente de la ciudad.

No pensó que una llamada marcaría el transcurso del día con muy malas noticias.

Su madre decidió salir de paseo con su nieta. No quedó nadie en la vivienda, sin embargo se encargó de dejar todo completamente cerrado para evitar cualquier robo.

Sin embargos las medidas de seguridad que implementó no fueron suficientes y se convirtieron en nuevas víctimas de la delincuencia luego que desconocidos vulneraran su hogar.

Ingresaron por el sector del estacionamiento. escalaron, presumiblemente, el cierre perimetral y luego accedieron al interior por la puerta de la cocina.

Una vez en el interior se dieron el tiempo necesario para reunir un botín de importancia con todas las especies de valor que consiguieron ubicar.

Televisores, consolas de juego, computadores portátiles, cámaras fotográficas entre otras cosas, fueron parte del botín. A esto se suma la sustracción de medio millón de pesos en efectivo.

Pero todo lo sustraído no fue suficiente. Los ladrones incluso recorrieron la cocina y se dieron el tiempo de prácticamente vaciar la despensa llevándose todo los alimentos ahí reunidos.

Una vez que concretaron el robo huyeron del lugar sin dejar rastro. Hecho que quedó al descubierto cuando los residente volvieron a casa.

El desorden era signo claro que habían sido víctima de un robo durante su ausencia.

Lamentablemente no hubo testigos que aportaran datos sobre los presuntos responsables, lo que dificultó el actuar de Carabineros para conseguir ubicar y dar captura a los ladrones.

Dos millones de pesos es el avaluó que realizó la víctima de este robo en su hogar.

Le sustrajeron su móvil y realizó la denuncia, sin embargo no se quiso quedar de manos cruzadas y decidió salir a recorrer las calles para intentar encontrarlo.

Sus esfuerzos rindieron positivos frutos, luego que ubicara a dos sujetos que viajaban abordo de su camioneta en el sector poniente de la ciudad.

No los perdió de vista y decidió comunicarse con personal de Carabineros a fin de alertaron de la ubicación de su vehículo.

Los ocupantes descendieron y finalmente fueron capturados en la intersección de Hernán Cortes con Hamburgo.

Se trataba de un hombre de 52 años que cuenta con un amplio prontuario policial y un segundo antisocial de 40 años.

Ambos fueron aprehendidos por funcionarios policiales, quienes los derivaron a la unidad policial a la espera de pasar a control de detención.