Aline Kuppenheim:

Contraportada

Marcelo Macellari - La Estrella

Aline Kuppenheim dejó las teleseries hace ya más de diez años, limitando su participación a miniseries ("Bala loca", "Ecos del desierto"). La actriz de filmes como "Machuca" y "Una mujer fantástica" se concentró en el cine, pero principalmente en el teatro, donde dirige la compañía de marionetas Teatro y su Doble, con la cual ha llevado a escena alabados relatos como "El Capote" (2007) y "Feos" (2015). El último trabajo de la agrupación es "Pedro y el lobo", que se presenta este domingo a las 18.00 horas en el Parque Cultural de Valparaíso.

La compañía propone una nueva lectura de la obra escrita en 1936 por el compositor ruso Sergei Prokofiev. "Pedro y el Lobo" es un poema sinfónico creado en plena Unión Soviética con el propósito de despertar el interés por la música clásica desde la infancia. Una historia universal sobre un niño que, desobedeciendo a su autoritario abuelo, irá a enfrentar los peligros del bosque desafiando al imponente lobo que atemoriza al pueblo. Con la ayuda de su amigo, el pájaro, logrará vencerlo y comprender la dimensión de su propia naturaleza, la del animal y el lugar de ambos en este planeta.

La actriz cuenta que el montaje de "Pedro y el lobo" lo llevaban "planificando hace años, pero costó sacarlo adelante. Y decidimos hacerla porque es una obra importante, de cultura general, e importante para sensibilizar a los niños, y de paso a adolescentes y adultos, frente la música clásica, a otro tipo de estados mentales y de belleza. Además, el contenido de la obra, siendo muy simple, es profundo y se adapta a nuestros tiempos".

-¿Cuál es la lectura actual que se puede hacer de "Pedro y el lobo"?

-Desde el punto de vista ecológico tiene mucho que ver con cómo nos estamos comportando con el medioambiente. Nosotros le dimos una vuelta al texto original, que fue escrito en otra época, pero que es fácilmente reinterpretable en nuestros días, pues tiene que ver con la relación del ser humano con su entorno, la toma de decisiones, la capacidad de autocrítica y el rebelarse a un sistema.

Experiencia colectiva

-¿Qué continuidad tiene este montaje con los trabajos anteriores de Teatro y su Doble?

-El uso que le damos a las marionetas y cómo resolvemos el problema del espacio escénico desde la artesanía y el trabajo coreográfico. El detenernos en el detalle y la sutileza. Nuestra teoría es que la marioneta es una herramienta que tiene la capacidad de entrar en diferentes áreas de comprensión del espectador, cuya mente decide creer todo lo que está viendo y percibe una realidad diferente. Eso es muy hermoso y hay un retorno para nosotros en el fenómeno vivo que es el teatro, el cual además es colectivo. En estos días particulares que estamos viviendo, el hecho de que sea una experiencia colectiva también le devuelve el sentido a ir al teatro, sentarse con otras personas a ver un espectáculo y compartir ese momento.

-¿Qué rol crees que están jugando las artes en estos momentos de estallido social?

-Es muy potente ver cómo la gente está asistiendo más a espectáculos de música y teatro, principalmente en las calles, donde también hay mucha gráfica. Las artes volvieron a la calle, el lugar del que nunca debieron salir. Siento que la población está con una predisposición diferente, como en un estado distinto al de antes, que era un poco más alienado y centrado en nosotros mismos. "Chile ha despertado" y las artes van traduciendo eso. En estos momentos de crisis, la cultura cobra sentido y no hay que explicarla, es un sentimiento individual y colectivo. Ojalá que esa reconexión entre la cultura y la sociedad permanezca.

-Tú has sido parte de la industria de la televisión, ¿crees que el cambio que se está produciendo ahí, permanezca en el tiempo?

-Espero que sí, que también recoja las demandas del público y se dé cuenta de la responsabilidad que tiene. La televisión sigue siendo una herramienta muy poderosa. A pesar de las redes sociales y de una generación que prácticamente ya no la ve, una parte importante se informa y ocupa sus ratos de ocio en la televisión. Espero que este tremendo grito que estamos dando sea también recogido por los ejecutivos. Yo fui parte de esa industria y me bajé precisamente porque cada vez más nos alejábamos de generar contenidos que fueran un aporte.

-Si la ficción se hiciera cargo de estos cambios, ¿volverías a la televisión?

-No lo descarto y de hecho he participado en proyectos que para mí han sido muy importantes, como "Ecos del desierto" y "Bala loca", los cuales aportan para tomar conciencia sobre ciertos puntos. Pero el problema es que esas producciones se ofrecen a horas que son incompatibles con el diario vivir de las personas y al final caen un poco en tierra de nadie. Si la televisión no siguiera la lógica de mercada de forma tan brutal, nosotros estamos siempre dispuestos a participar.

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