Contraportada

Marcelo Macellari - La Estrella

Todo partió en 2012, con la celebración de los 50 años de "Sábados gigantes".

El equipo del espacio liderado por Mario Kreutzberg decidió revivir la sección "Los Eguiguren", que protagonizaran en la década de los 80 Cristián García-Huidobro (Pompi), Coca Guazzini (Pía Correa) Gonzalo Robles (Caroca) y Malucha Pinto (la señorita Priscilla).

El segmento humorístico tuvo el mayor rating del programa aniversario, así que los actores decidieron llevar el espectáculo a las tablas y mostrar a los personajes en la actualidad, en un montaje que ha sido un éxito de taquilla y el cual, en su gira de despedida, agendó una presentación el viernes 24 de este mes (21 horas) en Enjoy Viña del Mar.

Reflejo de la sociedad

El espectáculo teatral incorpora la contingencia que ha vivido el país desde el estallido social de octubre pasado, ya que según explica Gonzalo Robles, "uno de los sellos de 'Los Eguiguren' ha sido ser reflejo de la sociedad chilena a través de la sátira social y el humor. La obra es un reecuentro nostálgico con los personajes que el público conoció en la televisión, pero al mismo tiempo una mirada ácida a la realidad chilena actual".

La obra muestra el reencuentro entre Pompi Eguiguren y su exconserje. Sin embargo, la realidad ha cambiado para ambos, pues mientras el primero está muy mal económicamente, el segundo es un exitoso empresario, dueño de "una universidad privada con fines de lucro", una flota de camiones y buses del Transantiago. Pompi sigue casado con Pía Correa y Caroca mantiene una "relación abierta" con la señorita Priscilla.

-¿La obra ha estado más tiempo en cartelera de lo que pensaron?

-Sí, pensamos que este regreso iba a ser más corto, pero la gente empezó a pedir más y más funciones. Llenamos el Teatro Nescafé de las Artes en Santiago varias veces y tenemos muchas funciones en todo Chile, en una gira de despedida que nos llevará precisamente a Viña del Mar, para rematar en marzo en el Teatro Municipal de Las Condes, con cinco funciones.

-¿Qué tal fue reencontrarse como elenco?

-Nosotros mantuvimos la amistad y la química en el escenario sigue igual que siempre. Trabajamos tantos años juntos, no solo en "Los Eguiguren" sino que después en "De chincol a jote". Nos entendemos perfectamente.

-¿Cómo has sentido la recepción del público?

-Ha sido muy buena, porque es gente que quiere ver comedia y reencontrarse con estos personajes que eran tan especiales y que marcaron una época. Los Eguiguren siguen estando muy vigentes hoy día, porque esos personajes que hicimos entre 1986 y 1990 los trasladamos a esta época y están en diferentes posiciones. Nos ha ido a ver gente joven, que no conocía el programa, pero se entretiene igual, porque son situaciones muy divertidas.

-El montaje incorporó elementos de la contingencia. ¿Cómo ha funcionado?

-Incorporamos ciertos elementos, que no se podían obviar, pero está la esencia de los personajes, con los cuales la gente se siente muy identificada, los pitucos sin plata y los de extracción popular, pero que hoy viven realidades muy diferentes. Mi personaje, por ejemplo, en el programa era conserje de un edificio y hoy es propietario de varios edificios. Me codeo con los Luksic y los Paulmann. Es el Chile de hoy, del 2020, que es aspiracional y vive de las apariencias.

-¿Por qué crees que no hay espacio hoy en la televisión para el humor?

-La televisión está pasando un momento complejo, con la aparición de plataformas digitales para ver contenidos de entretención, que también se pueden ver en los celulares. De todas maneras, creo que sería necesaria una mirada de lo que pasa hoy en Chile desde el humor.

-Tras el éxito de "Los Eguiguren" en los escenarios. ¿Han pensado la posibilidad de estrenar otro espectáculo cómico?

-Con Cristián (García-Huidobro) queremos revivir a Hermosilla y Quintanilla, los personajes que aparecían en "De chincol a jote". Pegaron muy fuerte, porque representaban al chileno medio que estaba en todas las oficinas. Y la verdad es que todavía están, sacando la vuelta en los bancos, en los ministerios, la dirección de obras, la dirección de tránsito, el registro civil. Usan celulares y tienen redes sociales, pero la esencia no cambia. Son parte de la idiosincrasia chilena.

"Con Cristián (García-Huidobro) queremos revivir a Hermosilla y Quintanilla. Pegaron muy fuerte, porque representaban al chileno medio que estaba en todas las oficinas. Y la verdad es que todavía están, sacando la vuelta en los bancos, en los ministerios…".

Gonzalo Robles

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