Congreso
Señor director:
Hoy 4 de julio se celebra el día del Congreso Nacional, en conmemoración de la apertura de éste en 1811. Nacía un Congreso que buscaba ser un peso contra los opresores, ampliando la base de representatividad política de las nuevas autoridades.
A 209 años, lamentablemente la situación es bastante dispar, nos encontramos con una institución sin credibilidad, y lo más grave, un Congreso que ve cada vez con más desdeño la libertad y ha abierto espacios al populismo. Populismo que ha liquidado la libertad en distintos países de América.
Según el Archivo Nacional de Chile, esa noche de 1811, Santiago se iluminó de fuegos artificiales y la quema de algunos objetos, entre otras, una pieza incinerada representaba "una efigie simbólica de América, que rompía sus cadenas y conquistaba su libertad" según palabras de Diego Barros Arana.
Esta fecha es una excelente oportunidad para recordarles a los congresistas que su misión es ser conquistadores de la libertad no los verdugos de ésta.
Marcelo González Carrillo
El precio de la vida
Estimado director:
Sin lugar a ninguna duda, el dicho "La vida de una persona no tiene (un) precio (posible de pagar)" es una indiscutible verdad, y quedó demostrado cuando una persona salvada de las garras del COVID 19 en una clínica privada, al ser dada de alta, se enteró que la cuenta era de 50 millones de pesos.
Debemos estar muy alegres, porque ganó la vida, pero igual queda la duda... ¿Qué habrá sido más impactante para la persona, cuando se enteró que tenía COVID 19 o al enterarse del valor de la cuenta de la clínica?
"La vida es un arcoíris que incluye el negro" (Yevgeny Yevtushenko, 1933-2017, poeta ruso).
Luis Enrique Soler Milla