Fase Tres: la etapa más compleja en el protocolo de retorno del fútbol
Desde esta semana, el cuerpo técnico de Cobreloa trabaja con todo el grupo en el club de campo loíno.
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En la primera semana de entrenamientos fueron tareas individuales, tres citaciones distintas con ocho jugadores y separados por turnos. Ya en la segunda, dos grupos llegaban al camping a realizar trabajos colectivos sin contacto, con el mismo sistema de ingreso por calle Atacama y salida por Ecuador, más las tareas de desinfección antes de que ingresar el segundo grupo de doce elementos a la cancha del Luis Becerra Constanzo.
Esas medidas que evitaban el contacto directo se terminaron ayer, cuando el plantel de Cobreloa volvió a las prácticas para dar inicio a la tercera fase del protocolo de retorno a la competencia, con trabajos colectivos que implican contacto directo de los futbolistas dentro de la cancha en lo que pueden ser los primeros ejercicios tácticos de Marco Antonio Figueroa y su cuerpo técnico desde que retornaron a la actividad laboral.
"Es como cuando en semanas anteriores se jugaban los partidos entre el equipo A y el equipo B", relata el médico del club, Sergio Silva, aunque establece que no por entrar a esta etapa hay necesariamente contacto entre los integrantes del plantel antes o después de un trabajo.
"Llegan como siempre de manera individual, con su ropa de trabajo desde la casa, se cambian las zapatillas por los botines en el sector de los estacionamientos, en donde cada uno tiene su canastillo con implementos y de ahí saltan a la cancha, evitando el contacto físico que no sea por una jugada, de acuerdo a la planificación que tiene el cuerpo técnico", explica el especialista, asumiendo que puede haber roce de fútbol, pero no contacto social.
Riesgo
Sergio Silva establece que ahora incluso se podrían utilizar los camarines del club de campo ya que estos "están debidamente separados con tres metros entre cada jugador, por lo que en caso que se determinara usarlos se cumple con el respectivo protocolo".
Sin embargo, el club quiere ser responsable y evitar cualquier riesgo posible de contacto innecesario. "Los jugadores han cumplido estrictamente con lo que se les dice y eso se vio reflejado en que no tenemos contagios según los últimos testeos. El problema está en que muchos tienen contacto con otras personas y ante ese riesgo de contagio, trabajar en grupo implica un riesgo", dice el médico.
Los futbolistas tienen claro que esta etapa crucial. "Uno tiene que evitar quedarse a conversar con un compañero, evitar el contacto físico y tratar de ser lo más apegado al protocolo. Por más que parezca exagerado, al final nos sirve a todos y nos protege a nosotros y a nuestras familias", reconoce el delantero argentino Hernán Hechalar.
La tercera fase del protocolo de prácticas implica ingresar a la parte que todos los jugadores estaban esperando, la de jugar al fútbol en formato normal y exigente.
"Todos extrañamos jugar, disputar una pelota y exigirnos. Lo echamos de menos", asume el mediocampista Axl Ríos. Pero también, dentro del grupo existe la incertidumbre de no saber si tendrán partidos amistosos en la cuarta fase, que según el preparador físico, Diego Jiménez "es cuando está permitido medirse con otros equipos, aunque todos sabemos que con la lejanía que tiene Calama, es probable que nos cueste mucho encontrar un rival que venga a jugar un partido acá".
La Estrella del Loa