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La música sin voces o en idiomas ajenos es mejor para concentrarse

Previo al inicio de una jornada de trabajo o estudio ayuda practicar la escucha activa, es decir, interactuar con los ritmos.
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Natividad Espinoza R.

Entrando al último mes del año llega para muchos la temporada de mayor estrés. Y es que pese a que este año ha sido completamente inusual, los estudiantes tienen cursos que pasar y muchos trabajadores exigentes metas que deben cumplir.

Generalmente, y más todavía estando en casa, las personas estudian y trabajan escuchando música al mismo tiempo. Pero, ¿es esto beneficioso? ¿Qué tipo de música es mejor escuchar para concentrarse y/o aumentar la productividad?

La neuropsicóloga de Clínica Universidad de Los Andes, Gada Musa, explicó a este medio que "el efecto que va a tener la música en una persona va a depender de cómo ésta la escuche y también de cómo se relacione con la misma".

Asimismo, afirmó que hay dos tipos de escucha musical, que son la pasiva y la activa. "La pasiva se refiere a solamente escuchar la música, mientras que la activa implica escuchar y, a la vez, interactuar haciendo algún ejercicio o movimiento al ritmo de la música", sostuvo Musa.

La escucha pasiva es ideal para relajarse y reducir el estrés o el dolor, mientras que la activa es bueno aplicarla antes de ponerse a estudiar o a trabajar, ya que de acuerdo a la neuropsicóloga estimula la concentración.

También se puede, incluso, hacer una breve rutina deportiva con música. "Hay rutinas breves de baile, zumba, hiit y kickboxing que requieren concentración y ayudan a mantenerla a lo largo del día", contó la profesora de Educación Física de Universidad Mayor, Camila Fuentes.

Banda sonora del éxito

Cuando ya se esté listo para empezar a estudiar o trabajar, la experta recomendó volver a la escucha pasiva, pero no la de cualquier tipo de música.

"Para concentrarse y producir mejor lo importante es elegir música con ritmo más bien bajo, quizás con instrumentos musicales de cuerdas y sin voces. Que sean patrones rítmicos, estables, sin grandes cambios que pasen, por ejemplo, de algo muy fuerte a despacio o de trompeta a batería", precisó Musa.

Para la experta, la mejor opción aquí es la música clásica o bien los armónicos sonidos de la naturaleza. Y si se quiere escuchar música cantada (que no es lo ideal), ésta tiene que ser en un idioma que el oyente no comprenda ni se sepa de memoria la letra, porque sólo de este modo evitará desviar su atención hacia lo que dice la pieza musical.

Para desestresarse

Para el día o las horas previas a la rendición de un examen o una prueba, en tanto, la sugerencia para no presentarse tan estresados es acudir a música con un tiempo lento, con tonos bajos y patrones rítmicos regulares. ¿Los mejores instrumentos? Para Musa éstos son los de cuerdas y el piano.

Estudios recientes también indican que la música de 432 hertz es muy efectiva para cumplir este objetivo, ya que esta es una frecuencia muy parecida a la frecuencia del ser humano. "Por lo tanto, estos ritmos y melodías pueden producir efectos en el sistema nervioso autónomo, lo que implica que baja el ritmo cardíaco y la presión sanguínea. Eso es un reflejo de que uno se calma", aseguró Musa.

Si bien estas sugerencias son a nivel general, la neuropsicóloga advirtió que también todo depende de los gustos de las personas. "Hay metaleros que se relajan escuchando metal y personas que se concentran escuchando reggaetón", comentó.

Colegio de Nutricionistas alerta a signos de trastornos alimentarios

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La Asociación Contra la Anorexia y Bulimia (ACAB) en España conmemoran la lucha contra los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA).

En este contexto, Cecilia Sepúlveda, presidenta del Colegio de Nutricionistas de Chile recordó que los TCA son "una patología psiquiátrica que se caracteriza por desarrollar una ingesta alimentaria que se enfoca en el control del peso, llegando al extremo de poner en riesgo la vida, para lograr el peso esperado. Se acompaña además de una alteración de la imagen corporal, es decir, se ven y sienten como alguien con mayor peso del que realmente tienen. Existen varios tipos, pero los más conocidos son la anorexia restrictiva, anorexia purgativa, bulimia, trastornos de conducta alimentaria inespecíficos y comedores compulsivos".

En el mundo actual, los jóvenes entre 15 y 25 años son los más afectados por estos trastornos, destacando las mujeres, "aunque el aumento en varones se va viendo cada año con mayor fuerza", precisó Sepúlveda.

"Hay algunos estudios que demuestran la influencia de las redes sociales y los medios de comunicación en el aumento de la prevalencia de TCA en los últimos años. Esto tiene que ver con los estereotipos de imagen corporal asociados al éxito, que se explotan día a día.

Por lo mismo, desde el Colegio de Nutricionistas dieron consejos para detectar esto a tiempo. "Hay que estar atento a algunos signos de riesgo, por ejemplo, iniciar dietas extremas con amigas, empezar a eliminar grupos de alimentos de su régimen diario, evitar comer en familia o con grupos, mostrar preocupación excesivapor el peso, contar calorías o mostrar mucho interés en imágenes de modelos muy delgadas, por ejemplo", comentó la experta.