Los mitos del metabolismo: ¿Qué tanto puedo hacer por modificarlo?
Por años se ha creído que su velocidad se relaciona con el peso, pero el éste tiene funciones que distan de los kilos o la contextura. ¿Se puede regular su velocidad? Especialista en Nutrición y Dietética desmiente.
Ignacio Silva
¿Cuántas veces ha escuchado a alguien decir que sube de peso porque su metabolismo es lento? Seguramente muchas. Por años, la creencia popular ha dictado que esa función del organismo y su velocidad están directamente relacionadas con la contextura del cuerpo, un tema que por lo demás cada verano vuelve a tomar protagonismo.
"Pero eso no es tan así", advierte Paolo Castro, académico y director de la carrera de Nutrición y Dietética en la UCEN. Según el especialista, hay que partir por comprender de forma adecuada el concepto para luego ver su relación con el peso.
"Podríamos decir que el metabolismo es un conjunto de funciones asociadas a la producción y uso de energía para mantener las funciones del organismo", comienza explicando. "También podemos verlo también de una manera más popular, que tiene que ver con qué tan grande es tu motor, por ende cuánto gastas y qué cantidad de combustible necesitas. Y claro, si tu motor es más grande tu metabolismo es más alto, gastas más. Si tu motor es más chico, tu metabolismo es más chico y gastas menos", sintetiza.
Bajo esa lógica, el subir o bajar de peso en relación al metabolismo se puede explicar en el consumo en base a las necesidades: si las calorías que se consumen son mayores a las que se necesitan para funcionar y al gasto realizado por actividad física, "entonces esa energía se guarda a través de triglicéridos en grasita, guatita, rollito. Y si por el contrario esos mínimos no se cumplen, esas reservas energéticas se usan y la gente adelgaza", ilustra el profesional. "Por lo tanto cualquier método que siga la lógica de la termodinámica, en el sentido de que pierdes si consumes menos y almacenas si consumes más, termina funcionando".
Su visión coincide con la publicada en un estudio realizado por académicos de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica junto a investigadores de instituciones de Estados Unidos, Reino Unido y China. El proyecto académico reveló que el gasto de energía del cuerpo corresponde a la suma de la actividad metabólica de tejidos y órganos, además de comprobar que obesos y delgados tienen un metabolismo similar.
Rápido o lento
Basta con hacer un repaso por internet para encontrarse con consejos para acelerar el metabolismo. Según esa lógica, un cambio como aquel puede llevar a hacer más fácil la pérdida de peso.
Para Paolo Castro, sin embargo, es poco probable que un ajuste como ese pueda ocurrir con acciones sencillas como beber un brebaje.
"Mira, la única opción de tener el metabolismo lento es que tengas una enfermedad que se llama hipotiroidismo o algo similar a eso. O sea, que alguno de tus órganos por una condición patológica, una enfermedad, aunque quisieras voluntariamente no produces el calor suficiente, no generas que el corazón palpite al ritmo necesario, disminuye la ventilación de los pulmones", explica el especialista. "Entonces es algo bastante más serio porque en la medida en que el metabolismo va disminuyendo tú estás cercano a la hibernación, dicho sea de paso a la muerte. Una persona con un metabolismo lento, patológico, va a tener depresión, va a tener somnolencia, va a tener cansancio, va a tener pocas ganas de existir, básicamente".
El caso contrario al hipotiroidismo es el hipertiroidismo y también tiene efectos negativos como mayor sudoración, taquicardia, angustia e irritabilidad.
"Por lo tanto el metabolismo no tiene que ser ni rápido ni lento. El metabolismo tiene que ser ajustado al gasto. O sea, el requerimiento tiene que estar ajustado al gasto. Y si yo consumo lo que gasto, entonces me mantengo en equilibrio. Si consumo más de lo que gasto, entonces engordo. Y si consumo menos de lo que gasto, entonces adelgazo y en el peor de los casos, me desnutro", resume Castro.
-A nivel popular se dice que alimentos como el café o el té verde aceleran el metabolismo. ¿Es tan así?
-No. O sea, ¿cuántos galones de té verde tendrías que tomar para que aumentase tu gasto? Porque eso es. Y de qué sirve aumentar el gasto de forma forzosa, a té, a café, a lo que sea, si finalmente no vas a estar utilizando esos recursos. Entonces tú te puedes estar tomando todo el té o todo el mate que quieras, pero eso no va a cambiar tu metabolismo en sí mismo, y si lo hace no es significativo. Lo que sí puede hacer es que estés tan abultado de líquidos en el estómago que disminuyes tu ingesta de otro tipo de productos. Eso eventualmente sí puede suceder.
-Si alguien está pensando en perder peso, ¿cuáles son los puntos en los que se debería centrar?
-Los consejos son relativamente conocidos, pero pocas veces concretados. Y estos tienen que ver con primero aumentar el gasto, y para aumentar el gasto hay que tener una actividad física diaria de una hora en adultos. Y esa hora tiene que ser de un ejercicio más intenso que ir a comprar el pan. Segundo, es relevante que las personas puedan lograr en calidad y cantidad dormir bien. Entonces para los que quieren bajar de peso, el dormir en cantidad y en calidad, porque no es lo mismo el sueño de la noche que el de una siesta aunque sea de tres horas, justamente eso se ha visto que también ayuda a regular el peso. Y lo otro, que es básico, es que tu alimentación ojalá esté más cercana a productos más naturales. De alguna manera deberíamos intentar bajar el consumo de todos esos alimentos que hoy en día dicen "alto en", y aumentar los que vienen incluso sin etiquetado, como frutas, verduras, legumbres, pescados.
"La única opción de tener el metabolismo lento es que una enfermedad que se llama hipotiroidismo".
Paolo Castro, Nutrición y Dietética UCEN