La pasión de chilenos por el triatlón, un estilo de vida
Combinar trabajo, familia y este intenso deporte es una tarea que solo se logra con las ganas de superarse a sí mismo, más en una ciudad como Antofagasta donde ha costado consolidar esta disciplina de forma competitiva.
Mario Vernal
El reloj marca las cinco y media de la mañana. Matías Hernández (31) alista su bolso para partir al Balneario Municipal de Antofagasta. Allí lo esperan sus compañeros del club Tri Run Desert (TRD), una organización autogestionada compuesta por un grupo amplio y diverso de mujeres y hombres de la ciudad. Una sola pasión los une: el triatlón.
"Me levanto temprano porque en estos 5 años que llevo haciendo triatlón me he dado cuenta que la mañana es la mejor hora para sacar el máximo rendimiento al cuerpo", explica Hernández, de profesión periodista. Por lo mismo, además de una buena alimentación, para asegurar un buen descanso se duerme no más allá de las 23 horas. "La mentalidad lo es todo", dice sobre el esfuerzo que significa entrenar en las mañanas antes de ir a su trabajo, a las 8 AM. Pero esto es solo el nado, porque necesita otras dos horas sobre su bicicleta y una hora extra para el trote.
Después de una competencia en 2019 -donde salió tercero- fue invitado por TRD. Su motivación venía de antes, pero en ese momento focalizó sus objetivos. Desde ahí ha visto crecer este deporte en Antofagasta, ciudad que es la única capital del norte que no ha podido consolidar una competencia estable en esta disciplina. A pesar de eso, todo indica que más temprano que tarde llegarán al nivel alcanzado por Iquique y Arica.
Juan Guerrero (33) es otro de los triatletas de TRD. Hace un año y medio que, por temas familiares, vive en La Serena. Alejado de su ciudad y de su club, tenía todo para dejarlo, pero no fue así. Su preparación diaria ha variado, ahora es en solitario y suma entrenamientos indoor. La pasión sigue intacta, sin embargo él asegura que no deja su vida social y su trabajo de informático por practicar.
"Mi intención no es ser el número uno. Quiero superar mis marcas. El 2016, 2017 empecé corriendo una cuadra y hoy hago media maratón y maratón olímpica. Ahora me preparo para el Ironman de Pucón", comenta Guerrero, quien tiene un entrenador y ha profesionalizado su acondicionamiento. Es que el compromiso con el triatlón está. "El club es una motivación muy grande, más cuando hay una participación importante de mujeres que son madres y trabajan, pero aún así están entrenando", afirma.
Claro ejemplo de esto es Karen Pino (40). Fue en su natal Concepción donde emergió su interés por esta intensa disciplina. "Recuerdo mi primera competencia, fue en el triatlón de Arauco. No tenía traje para nadar y la bicicleta era una mountain bike que conseguí. Al ver que competiría sin traje y por ser tan helada el agua de allá, me prestaron uno que no sé de dónde salió y no tenía mangas. De verdad me sirvió bastante. Fue una triatlón bastante épica, llegué última, pero son esas experiencias las que o te enamoran más del deporte o te alejan definitivamente", expresa la también profesora de educación física.
Problemas logísticos
Hace siete años, y recién casada, Karen emigró a Antofagasta. Junto a su esposo, no quiso dejar el triatlón. De inmediato buscaron redes y no encontraron nada definido. Se agruparon con más gente y, después de altos y bajos, consolidaron el club TRD (trd.antofagasta en instagram). Antes de la pandemia no superaban los 15 participantes, actualmente ya son más de 40. "Fue por generación espontánea", comenta.
Para ella vivir en esta ciudad del norte de Chile es un privilegio. "Puedo nadar todo el año. El agua es helada, pero cuando la comparo con el sur, siempre es mucho mejor", dice. Aunque no todo es comodidad, ya que ha debido variar sus tiempos. Ahora es madre de dos pequeñas y trabaja, por eso debe coordinarse y sacrificar horarios para entrenar.
Pero, ¿por qué el triatlón no logra consolidarse en esta ciudad con todas las condiciones climáticas y participantes activos? Según ella el tema es logístico: "Juan Carlos Olavarría de Triatletas.cl estuvo acá, al menos dos años, gestionando la triatlón, pero es engorroso conseguir los permisos municipales y finalmente decidió ir a trabajar a Iquique", sostiene Pino.