Bacterias marinas se llevan el carbono al fondo de los océanos
Hasta ahora no se contaba con estos organismos como aliados contra el cambio climático.
EFE / N.E.
Una investigación descubrió que las bacterias marinas diazótrofas son grandes aliadas contra el cambio climático, porque no sólo convierten el gas nitrógeno (N2) en nutrientes sino que también llevan el carbono al fondo del mar.
El estudio, publicado en la revista The ISME Journal reveló que los diazótrofos, un grupo de bacterias marinas capaces de convertir el gas nitrógeno (N2) de la atmósfera en nutrientes para los productores primarios del océano, contribuyen también en la exportación y secuestro de carbono en el lecho marino.
Los resultados del trabajo, liderado por el Mediterranean Institute of Oceanography (MIO) de Francia, suponen un cambio de paradigma, pues hasta ahora se sabía que estos microorganismos reciclaban el CO2 captado de la atmósfera, pero no que también se lo llevaban con ellos a las profundidades cuando se mueren y se hunden, como sí lo hace el resto del fitoplancton, es decir, el plancton vegetal.
"Este proceso se conoce como bomba biológica de carbono y hasta ahora lo atribuíamos fundamentalmente al fitoplancton, que convierte el CO2 en materia orgánica durante la fotosíntesis. Cuando muere, esta se hunde con él, almacenando en el lecho marino cerca del doble de carbono del que se encuentra hoy en la atmósfera", detalló el investigador Francisco Cornejo, participante del estudio.
"A su vez, -añadió- los organismos ubicados en los niveles superiores de la red trófica marina usan esta misma materia orgánica para sobrevivir, permitiendo así el funcionamiento de todo el sistema oceánico. De hecho, gracias a la bomba biológica de carbono el océano se considera un sumidero de carbono".
Para los estudiosos, su trabajo tiene grandes implicaciones, pues las herramientas que hoy predicen la evolución y los flujos de carbono en el planeta, no consideran la contribución directa de los diazótrofos en este proceso.
"Nuestros resultados dan una idea más exacta de los flujos de carbono en el océano, en un momento en el que los modelos climáticos predicen una expansión de las zonas pobres en nitrógeno, justo donde los diazótrofos pueden sobrevivir", dijo Sophie Bonnet, la líder del trabajo.