Natividad Espinoza R.

Una mala ortografía no sólo puede cerrar puertas a nivel profesional, sino que también puede ser perjudicial -y mucho- en el plano amoroso.

Esta es la principal conclusión a la que llegaron investigadoras de la Universidad de Alicante y la Universidad de Navarra (España) tras analizar los resultados preliminares de un estudio sobre el rol del lenguaje en las aplicaciones de citas.

Con las respuestas de 256 usuarios de Tinder en mano, las estudiosas revelaron que nada menos que el 82% de las mujeres descarta la posibilidad de tener una cita con un usuario que presenta faltas ortográficas, ya sea en su perfil de la app o durante un diálogo por escrito.

Entre los hombres, el porcentaje resultó ser mucho más bajo, pero de todas formas la cifra es considerable: para un 42,2% la ortografía es determinante al momento de elegir con quién salir.

El sondeo de la profesora del Área de Lingüística de la Universidad de Alicante, María del Carmen Méndez y su colega de la Universidad de Navarra, Esther Linares, también dio a conocer qué adjetivos prefieren ver ellas y ellos en las descripciones de sus potenciales parejas en la popular plataforma.

Divertidos y simpáticos

Según las investigadoras, las mujeres prefieren ver que los hombres se describan, en orden de preferencia, como: divertidos, simpáticos, sinceros, responsables, respetuosos, educados y espontáneos.

Los hombres, por su parte, se inclinan más por las representantes del sexo femenino que se consideran divertidas, simpáticas y espontáneas. Y en el mismo grado, manifestaton su preferencia por quienes se dicen extrovertidas, aventureras y deportistas.

Asimismo, Méndez y Linares descubrieron que ellas no se sienten atraídas por aquellos que dan inicio a una conversación diciéndoles "hola, guapa", sino que prefieren que sus pretendientes las llamen por su nombre o usen un dato que hayan visto en su perfil para entablar un diálogo.

Es similar lo que pasa con ellos, que seleccionan más a mujeres que no eligen sólo un "hola" para iniciar un primer contacto.

Es de público conocimiento que la segunda dosis de la vacuna contra la varicela está disponible para los niños que recibieron su primera inoculación en 2020, luego de que la inyección entrara al Plan Nacional de Inmunizaciones (PNI). No obstante, hay un alto porcentaje de menores que no se han puesto al día.

Así lo confirmó el dr. Juan Pablo Torres, Infectólogo de la Universidad de Chile, quien contó que "en 2020 el 83% de los lactantes cumplió con la aplicación de la primera dosis de la vacuna contra la varicela, y aunque representa un número importante, no alcanzó a llegar al 90%. Y este año, con la segunda dosis, sólo el 60% de los niños ha cumplido con su inoculación".

La varicela es una infección que afecta principalmente a los niños y en algunos casos genera complicaciones -como infecciones en la piel-que pueden llevar a la hospitalización y, muy raramente, a la muerte. Para prevenir estos casos, los médicos dicen que es esencial la vacunación.

Una dosis de la vacuna contra la varicela reduce la mortalidad y morbilidad grave por la enfermedad, pero no limita los casos más leves, la circulación viral y los brotes. Dos dosis, en tanto, además de reducir mortalidad y morbilidad grave, ayudan a disminuir los casos y brotes.

"En Chile hay un esquema de dos dosis, que se inicia cuando el niño tiene un año y medio y continúa con una segunda dosis para los niños de tres años", dijo Torres.

Para crear conciencia sobre la importancia de la prevención a través de la vacunación, la Fundación Oncomamás realizó la campaña "Pongámonos al día".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que el contacto piel con piel entre los bebés prematuros y las personas cuidadoras se produzca "inmediatamente después del nacimiento" en los casos de bebés nacidos antes de la semana 37 de gestación o que pesen menos de 2,5 kilogramos al nacer.

Esta directriz es parte de las nuevas recomendaciones del organismo para mejorar la atención a los bebés prematuros y de bajo peso, y supone un cambio con respecto a los anteriores procedimientos habituales que abogaban por el empleo de incubadoras en la primera fase de la vida de los bebés prematuros.

Dado que los bebés prematuros padecen falta de grasa corporal, muchos tienen problemas para regular su temperatura y, a menudo, necesitan asistencia para respirar. Las recomendaciones anteriores dirigidas a estos bebés aconsejaban separarlos de su cuidador principal durante la primera fase, a fin de estabilizarlos en una incubadora o en un calentador. Sin embargo, ahora las investigaciones han demostrado aplicar el método de la madre canguro justo después del parto salva más vidas, reduce las infecciones y la hipotermia, y mejora la alimentación.

Según Karen Edmond, responsable médica de la salud de los recién nacidos en la OMS, estas recomendaciones podrían salvar anualmente a 7.000.000 bebés prematuros en el mundo, lo que equivale a la mitad de los que nacen.