Accidentes laborales
Señor director:
Somos dos trabajadores de la zona, que por distintas circunstancias de la vida tuvimos accidentes laborales donde sufrimos la amputación de alguna parte de nuestro cuerpo. Queremos entregar nuestro testimonio para crear conciencia de la importancia que tiene la prevención y al autocuidado cuando se realizan las labores cotidianas en los trabajos, pero también hacer un llamado a las autoridades y empresas a que se preocupen más por los trabajadores que quedan discapacitados por este tipo de accidentes laborales, porque después que pasan todos se olvidan.
Hacemos también un llamado a la Inspección de Trabajo a que fiscalice más las distintas faenas mineras de la zona, tanto en el traslado de los trabajadores como en los lugares mismos. Y a las empresas queremos decirles que no finiquiten a los trabajadores cuando están rehabilitándose. Dénles una oportunidad de seguir laborando, de seguir sintiéndose útiles, porque además del daño físico que sufrimos, está el sicológico, familiar, laboral y económico.
Pasamos a detallar el caso de cada uno:
El primer accidente ocurrió un 22 de septiembre de 2017 antes de llegar a Mina Gaby, donde el minibús que conducía impactó con un camión de alto tonelaje. A raíz del accidente perdí el brazo izquierdo. La empresa donde trabajaba -que le prestaba servicios a Albemarle- quebró y no se preocupó más de los trabajadores. Actualmente vivo con una pensión de $250 mil que paga la Mutual de Seguridad hasta los 65 años (tengo 53). Ya no puedo manejar y tengo un seguro de cesantía por 6 meses, pero cuando se acabe debo ver en qué puedo trabajar.
El segundo accidente ocurrió el 12 de junio de 2019 en Minera Centinela, donde por un error de un operador, me cayó un peso enorme y perdí 3 dedos de la mano izquierda. En Calama no había cirujano y tuve que esperar 8 horas para que me operaran en la Clínica El Loa. Luego seguí la recuperación y rehabilitación en Santiago.
El gran problema es que soy un "trabajador eventual" y somos los más desprotegidos en la zona, porque trabajamos por periodos cortos y en distintas sectores mineros. Deberíamos estar mejor protegidos. Actualmente la Mutual de Seguridad me paga la licencia y allí realizo mi rehabilitación, pero después cuando termine no sé qué pasará conmigo, en qué voy a trabajar si no me dan oportunidades.
Reinaldo Fredes Solar
53 años, conductor
Belarmino Ramírez Ávalos
61 años, soldador