Mea culpa
Estimado director:
Cuando los constituyentes partieron, tenían un 80% de apoyo de la ciudadanía para redactar la nueva Constitución y una vez terminado el proceso, según diversas encuestas, hoy solo logran concitar el apoyo de un poco más de un 40%.
Pero a la fecha, de ellos no hay ninguna autoevaluación seria, profesional, sin sesgos político partidistas, de tipo personal, grupal, o al menos que se auto preguntaran ¿Qué nos pasó?, ¿Qué hicimos mal?, ¿Se nos perdió la brújula?, ¿Acaso creímos que podíamos hacer lo que quisiéramos (pensamos erradamente que nos habían dado un cheque en blanco)?, ¿Privilegiamos asuntos personales, grupales y no nacionales?, ¿Sufrimos el "Síndrome de los 15 minutitos de fama?, ¿En resumen, pensamos que era redactar y abrazarse?, etcétera.
"Arrepentirse de las cosas que hicimos puede atenuarse con el tiempo. Es el arrepentirse de lo que no hicimos es lo que vuelve inconsolable" (Sidney J. Harris, 1917-1986, periodista y escritor norteamericano).
Luis Enrique Soler Milla
Club abandonado
Señor director:
Da rabia, pena y dolor ver el estado deplorable en que se encuentra el club social y deportivo 21 de Mayo, en calle Saavedra de nuestra ciudad. Está totalmente abandonado sin que nadie haga algo. ¿Dónde está la junta de vecinos que no alza la voz? Deberían reunirse y luchar por este estadio que es de su barrio.
Este recinto deportivo vivió una época de esplendor, de gloria, se hacían campeonatos de básquetbol, beibifútbol, boxeo, kermeses, bailes, plato único, reina de la primavera y gimnasia.
Tantas jornadas maravillosas e inolvidables en ese popular barrio, y hoy lo están destruyendo. Sacaron el portón, puertas y ventanas. Adentro hay piezas quemadas, el suelo está lleno de basura y parece un vertedero. La cancha está deteriorada, el piso picado, asientos destrozados, los baños llenos de estiércol, sacaron los lavamanos y las cañerías.
Los vagos se han tomado este lugar, para ellos es como su casa, con frazadas, colchones tirados en el suelo, ollas, teteras, hacen fogatas, etc.
Es un peligro para los niños del barrio. Señora delegada presidencial, señor gobernador, señor seremi del Deporte y señor alcalde, ustedes pueden salvar este recinto deportivo.
Waldo Campusano Álvarez